Dejemos bien en claro que el choque del que hablamos y hemos descripto en los distintos casos se trata de algo en el plano del conocimiento, no en el plano del comportamiento. Este choque es apenas el punto de partida para el cambio. Todavía, la lucha contra las actitudes egocéntricas puede llevar mucho tiempo, y son cambios graduales de comportamiento, como en toda terapia que es educativa del comportamiento. También puede tener recaídas en la actitud infantil, pero ese choque de conocimiento de si mismo será siempre una puerta abierta para la fuga del ensimismamiento, que difícilmente se cierre.
Tampoco queremos decir, con el hecho de que necesariamente exista un choque de conocimiento de sí mismo en la terapia de recuperación del egocéntrico, que el egocéntrico admita dócilmente las explicaciones del terapeuta sobre su condición de tal, y que esa docilidad lo lleve automáticamente a ese shock de conocimiento de sí mismo. En muchos casos va a haber una resistencia positiva a las indicaciones sobre el egocentrismo del paciente, o se admiten en parte los argumentos, guardando el paciente para sí la última resolución de la interpretación de su problema, con lo que todavía se vive en la burbuja y no se alcanza ese shock de autoconocimiento, en ese caso se debe insistir sobre la modificación de esa actitud, sobre todo creando curiosidad y escucha respecto de la propia condición. En realidad lo que queremos decir con este shock es que todos los conocimientos ineficaces de la propia condición de egocéntrico son apenas preparativos, y el terapeuta tiene que ir creando ese terreno en la medida que ve disposiciones de curiosidad, docilidad, y escucha en el paciente, para llegar al punto en que baja los brazos y admite la centralidad definitiva del egocentrismo como ‘su problema’ . Hasta que no suceda esto, todas las entrevistas son apenas preparativas y en dirección a ese shock. Una vez alcanzado este punto, puede comenzarse con toda tranquilidad las intervenciones directas en orden a modificar la conducta de la persona, antes puede ser un tanto inútil. Esto no quita que existan pacientes de gran docilidad y se pueda crear ese choque de autoconocimiento ya en la primera entrevista, en todo caso, es el mismo terapeuta el encargado de medir la docilidad del paciente a las indicaciones dadas. Sabiendo que la única limitación es la docilidad del paciente, ya que ese choque de autoconocimiento es en sí mismo sano y deseable, y no puede, por él mismo, traer otras consecuencias que colocar los cimientos para la recuperación de la persona. De todos modos también deben tenerse en cuenta otros factores para, si lo requiere el caso, administrar con gradualidad ese autoconocimiento, que son el estado emocional actual de la persona y la capacidad constructiva de asimilación de esos datos. En personas que viven una altísima inseguridad de sí mismos y por tanto con escasa asimilación permanente, sea de las experiencias vividas o de los consejos externos, se debe administrar ese autoconocimiento con cierta gradualidad, exactamente proporcionada a la capacidad de asimilación de esa persona. Eso no quita que ese fortalecimiento, en algún momento, debe llevar también exactamente al mismo efecto antes mencionado: el shock de autoconocimiento.

Autor: Eduardo Montoro

Mi nombre es Eduardo Montoro, soy del 68, estoy casado con Graciela y tengo un hijo, Juan Manuel.
Tengo un largo recorrido académico, definido por un amigo como el viaje de Frodo, no porque sea como Frodo, sino por las peripecias que tuve que pasar, algunas en Italia otras en Argentina. En ese viaje obtuve varios reconocimientos académicos:
• Licenciado en Psicologia, Universidad Católica de Cuyo.
• Master en Psicología de Counselling, Università Europea di Roma
• Profesor de Psicología, Universidad de Mendoza
• Licenciado en Filosofía Sistemática con orientación Lexicográfica, Pontificia Università Gregoriana
• Licenciado en Filosofía del Derecho, Universidad Católica de Cuyo
• Y cuatro años de Teología, no acreditados oficialmente en ninguna universidad, pero que equivalen a una licencia.
Actualmente resido en San Juan, Argentina y mi hobby es salir a andar en moto en duro por los cerros sanjuaninos.
Pero lo que más me apasiona es ver crecer a las personas, superarse, en las más difíciles e inimaginables circunstancias.

Facebook

Instagram