Les dejo un texto interesante sobre los mitos acerca de la psicología.
¿Qué piensa la gente que es la psicología? Si preguntamos a la gente en la calle qué piensa que es la psicología, posiblemente nos encontremos con que la gente tiene unas ideas muy diferentes y muy confusas sobre lo que realmente es la psicología. Quizás sus ideas sobre la psicología las han tomado de lo que ven hacer a los psicólogos profesionales o de cosas que han oído hablar sobre lo que hacen los psicólogos. Quizás han tomado sus ideas de algunas lecturas superficiales y vulgarizadoras o, simplemente, creen que la psicología es algo que debe responder a sus expectativas de conocer a la gente y poder conseguir de la gente que se comporte de una manera determinada.
Unos piensan que la psicología es aplicar tests. De esta manera se podrá conocer el cociente intelectual de alguien y saber si tiene retraso mental o, por el contrario, es un superdotado. También aplicando tests podrán conocerse los rasgos de personalidad de alguien y saber si es introvertido o extrovertido, por ejemplo, o si padece alguna enfermedad mental. Con los tests también se podrá conocer las habilidades que tienen las personas para realizar ciertos trabajos o funciones. Así, por ejemplo, se hace cuando se pasa el examen psicológico para obtener el permiso de conducir o cuando nos seleccionan para ocupar un puesto de trabajo.
Otros piensan que la psicología trata de psicoanalizar a las personas para descubrir sus traumas ocultos en el inconsciente, que producen los problemas psicológicos de dichas personas. Saber psicología, para esta gente, es conocer bien lo que Freud hizo y enseñó. Las abundantes referencias al psicoanálisis que encuentran en la literatura, los periódicos, el cine, la televisión y en multitud de conversaciones diarias hacen pensar a esta gente que el psicoanálisis es la psicología.
También hay gente que piensa que la psicología es la ciencia que nos enseña a diagnosticar y curar a los enfermos mentales. Por tanto, saber psicología es conocer científicamente qué son las neurosis, como ciertas depresiones o ciertas fobias, o conocer qué son las psicosis, como la esquizofrenia o la manía, o también conocer cuáles son las causas de los proBlemas sexuales o de los complejos que no permiten a ciertas personas comportarse de una manera adecuada. Aprender psicología debe ser, por tanto, aprender a tratar a estas personas, saber qué hacer con ellas, cómo ayudarles y cómo se curan.
Otros puede ser que hayan asistido a reuniones en las que se aplican técnicas de grupo, entonces pueden pensar que la psicología trata de las estructuras de los grupos y de sus procesos. Piensan que la psicología enseña a utilizar las técnicas de grupo para resolver nuestros problemas en las relaciones sociales o a ayudarnos de las relaciones sociales para resolver nuestros problemas personales y así superar la timidez o conseguir que la gente nos atienda y aprecie o poder triunfar en público.
Muchos, ante sus preocupaciones con sus hijos, esperan que la psicología pueda resolver los problemas de los niños difíciles o los problemas de los niños en la escuela o que oriente a los niños en sus estudios o sobre la profesión que deben escoger. Quizás algunos niños no presenten ningún problema, pero los padres quieren conocer cómo educarlos bien, para que desarrollen una personalidad bien adaptada y sin traumas, que les permita ser suficientemente felices el día de mañana y esperan de la psicología que les ayude a ello.
No faltan tampoco quienes piensan que la psicología trata de cómo hacer más humanas y productivas las condiciones laborales.
En una planta de una fábrica en donde un conjunto de operarías tenían que manipular objetos muy delicados y frágiles, había bastantes pérdidas, porque se producían muchas roturas de dichos objetos. El psicólogo descubrió que el color de las paredes era excitante, que había un ruido molesto y continuado y que la jefa de la planta ocasionaba multitud de problemas personales en su trato con las operarías. Cuando se cambiaron esas circunstancias, las pérdidas se convirtieron en ganancias.
Texto extraído de libro «Introducción a la psicología», de José Luis Fernández Trespalacios, UNED 1991 págs 9-12
Mi nombre es Eduardo Montoro, soy del 68, estoy casado con Graciela y tengo un hijo, Juan Manuel.
Tengo un largo recorrido académico, definido por un amigo como el viaje de Frodo, no porque sea como Frodo, sino por las peripecias que tuve que pasar, algunas en Italia otras en Argentina. En ese viaje obtuve varios reconocimientos académicos:
• Licenciado en Psicologia, Universidad Católica de Cuyo.
• Master en Psicología de Counselling, Università Europea di Roma
• Profesor de Psicología, Universidad de Mendoza
• Licenciado en Filosofía Sistemática con orientación Lexicográfica, Pontificia Università Gregoriana
• Licenciado en Filosofía del Derecho, Universidad Católica de Cuyo
• Y cuatro años de Teología, no acreditados oficialmente en ninguna universidad, pero que equivalen a una licencia.
Actualmente resido en San Juan, Argentina y mi hobby es salir a andar en moto en duro por los cerros sanjuaninos.
Pero lo que más me apasiona es ver crecer a las personas, superarse, en las más difíciles e inimaginables circunstancias.
Ni profesionalmente se han puesto de acuerdo para saber que es lo que estudia la psicologia. «Somos los guias en una excursión a una montaña, pero no somos expertos en todas las montañas» (Solares, 1992).
Pregunten a cualquier psicólogo si en su escuela le enseñaron lo que estudia la psicología, es tan increíblemente asombrosa que si a alguien no le gusta alguna corriente, se inclina por otra o por otra o por otra y siempre defenderá su postura.
Como psicólogo criminal no me inclino a ninguna postura conocida, pero si pido paciencia a los que no tienen idea de lo que estudia ya que es tan increíble que igualmente quedaran enamorados.
Saludos!
Sí, es algo que siempre me llamó la atención, esa especie de «indefinición» a la que hace referencia Ricardo. También me llama poderosamente la atención que en la charla no profesional con un psicólogo/a salten de manera tan curiosa ante el concepto de «normalidad» relativizándolo, no sé si por acto reflejo o por convicción real.
No me trago que no manejen ellos ningún concepto de normalidad, porque sino, cuál sería el Norte de su oficio? Cuál sería la referencia hacia la que apuntan? Para qué me dicen de hacer terapia si, según los que conozco, conceptos como «sanidad mental» y «normalidad» son totalmente relativos y subjetivos?.
Sí Ricardo, la indefinición respecto del objeto material y formal es enorme, pero detrás de todo el problema pienso que se encuentra una exigencia inadecuada que se le aplica a la psicología, por parte de otras ciencias, y en virtud de la misma pretensión de algunos psicólogos. Muchos tratan de asimilarse a las ciencias duras entonces invocan como único método validante de la palabra ciencia en la psicología ‘el experimento’, con toda la parafernalia que eso implica en un punto de vista mayormente cognitivo-conductual. Pero el gran problema de la psicología es que no puede seccionar una parte de la realidad (como hacen las ciencias duras) y comprobar lo pronosticado a nivel mental y de ideas, con algo distinto de ese ámbito, a saber ‘el experimento’. La psicología, y todas las ciencias que incluyen al hombre en su experimento, tienden a tener una ‘pretensión de absoluto’… ser totalizantes… y entiendo yo…. con justa razón. Por tanto no tienen un disciplinador externo a ellas mismas, el experimento, que tenga un valor persuasivo casi cohersitivo de sus proposiciones. Toda proposición en psicología puede ser revisada críticamente porque no existe ningún preceptor externo a sí misma que nos haga encuadrar a los alumnos detrás de una teoría determinada. Por el contrario, cada revisión crítica va engendrando más y más puntos de vista. Y es sano que así sea, aunque también es sano intentar revestir de seriedad la investigación por medio de protocolos, al estilo cognitivo-conductual, pero sin otorgarle al ‘experimento’ el estatus de ‘sello de calidad de lo científico’, como si por haber seguido tal o cual protocolo mi investigación es científica, en el ulterior sentido de verdadera. La verdad, en el último punto de compresión de lo que tal palabra significa, es inverificable.
Con Mario Caponnetto coincido en que, por lo menos históricamente, no hay una psicología sino tantas como escuelas. (No tengo a mano el libro de Mario; después lo busco y paso los datos)
De alguna manera su historia se ve afectada por las derivas de la antropología filosófica y de la misma historia de la filosofía.
Desde la filosofía realista se puede intentar delimitar su objeto, pero se me ocurre que al hacerlo inevitablemente dejaremos fuera algunas corrientes.
¿Cómo equiparar Pavlov con Freud, por ejemplo?
Es un tema interesantísimo al que le perdí pisada lamentablemente.
Por otra parte, parece que hay gente que tiene demasiada facilidad para recurrir a psicólogos y otros a quienes les espanta. Habiendo dictado clases en Facultades de psicología y conocido los futuros «productos», francamente soy de las que no se espantan, pero que sí tengo grandes reservas.
También conoce uno gente que «ha vivido o vive» de psicólogo en psicólogo si cerrar nunca la historia. Y así están. Lo que percibo es que se viven como provisorios, como que algún día llegará algo que nunca llega. Por un lado no pueden dejar de ir porque naufragan y por otro, no llegan nunca a la costa.