En la última serie que cayó en mis manos, Los Sopranos, aparece un personaje secundario, Padre Phil, que me merece una reflexión. En la serie se lo muestra como un tilingo, un poco vividor y que coquetea, o, siendo más preciso ‘histeriquea’ con las dirigidas espirituales, mujeres maduras de cierta edad.
La verdad pensé mucho en escribir o no este post, y pensé mucho en que ‘cuantificadores’ usar. Para este fenómeno no quisiera usar el adjetivo “muchos”, ni el sustantivo “mayoría”. Apenas me animo a decir que es un fenómeno frecuente. Y como tal, como fenómeno frecuente, sería bueno que cualquiera de los dos extremos de la trampa histérica estén prevenidos, conozcan de modo explícito los mecanismos del histerisqueo, magistralmente definidos aquí por Carmela Soprano, la mujer del capomafia.
No digo más, una vez un amigo me dijo algo muy sabio que pocas veces usé en mi vida: “Solo hay que explicar lo que el otro siente la necesidad de que le expliquen, no más”. Sobreabundar implica el riesgo de explicar de cosas que no son percibidas y no son un problema para la persona, por ende, no serán aprendidas. Lo dejo por aquí y veamos qué se vuelve necesario de explicar y qué no…..
Mi nombre es Eduardo Montoro, soy del 68, estoy casado con Graciela y tengo un hijo, Juan Manuel.
Tengo un largo recorrido académico, definido por un amigo como el viaje de Frodo, no porque sea como Frodo, sino por las peripecias que tuve que pasar, algunas en Italia otras en Argentina. En ese viaje obtuve varios reconocimientos académicos:
• Licenciado en Psicologia, Universidad Católica de Cuyo.
• Master en Psicología de Counselling, Università Europea di Roma
• Profesor de Psicología, Universidad de Mendoza
• Licenciado en Filosofía Sistemática con orientación Lexicográfica, Pontificia Università Gregoriana
• Licenciado en Filosofía del Derecho, Universidad Católica de Cuyo
• Y cuatro años de Teología, no acreditados oficialmente en ninguna universidad, pero que equivalen a una licencia.
Actualmente resido en San Juan, Argentina y mi hobby es salir a andar en moto en duro por los cerros sanjuaninos.
Pero lo que más me apasiona es ver crecer a las personas, superarse, en las más difíciles e inimaginables circunstancias.
Para mí no deja de ser una sorpresa que se incluya a un personaje clerical con este tipo de conducta en una serie que hasta el momento yo tenía catalogada como de consumo masivo y quizás por eso de pocas sutilidades a la hora de definir los personajes. Y también quizás debe querer decir que los guionistas eran muy buenos ya que la serié gano el Writers Guild of America como mejor serie de todos los tiempos.
La sorpresa enorme es la increíble penetración psicológica del guionista. Si uno se fija bien en realidad son solo un par de frases que dice Carmela definiendo el problema, pero está todo tan bien ambientado y sincronizado que la escena de 4 minutos pega de lleno en el centro del problema.
Plenamente de acuerdo. Probablemente en estos temas los psicólogos y/o terapeutas tenéis una percepción más afinada que el resto de los mortales.
Excelente diálogo y visualización de la perspectiva del guión que le corresponde a la dama. En este caso es un sacerdote, no sabemos de que congregación o culto dado que en EEUU predomina el protestantismo y tienen otros privilegios que los católicos romanos no. Lo cierto es que el personaje masculino no deja de ser un «mejicaneador» como se dice por estos pagos. Claro que se mete en la boca del león al tratar de seducir a la esposa de un mafioso. Pero esto debe incentivar más «el deseo» de lo prohibido. En su caso de doble condición, por ser un religioso y ser la mujer del prójimo. Esto pasa en otras profesiones en las cuales la ética no permitiría erotizar el vínculo o abusar de las situaciones de vulnerabilidad del tratado. Lo cierto es que la señora le dá un parate al sacerdote que lo desarma, le hace reflexionar sobre su conducta y hasta toma en cuenta lo simbólico del regalo que se lo lleva. El punto es: terminará ahí su juego histérico??
Es un sacerdote católico, se da claramente a ver en la serie. Con esa escena no basta para determinarlo.
Es un buen parate, lo que seguramente se corta es el juego histérico con esa persona. Ese modo es el único modo de que se corte el juego histérico.
Él seguirá siendo un histérico? Es probable, son cosas que no se sanan con un parate….