Más estudio el tema de la situación actual del sistema educativo y más me convenzo que lo mejor es el Home Schooling, y no por razones morales o de fe, que también es legítimo tenerlas, y pueden llegar a ser las de más peso. Por el contrario mi convencimiento viene por razones de salud de la estructura psíquica, para preservar el deseo de aprender, que, paradójicamente, es lo principalmente amenazado por el sistema educativo. Ese deseo de aprender es un eco del deseo de ser mejor, de progresar, de la sana ambición. Si a un niño le matan el deseo de aprender, muy probablemente le matarán también los otros deseos sintónicos con el hambre intelectual. No creo que ese tierno proyecto de adulto pueda ser afectado solamente de anorexia intelectual. Es muy probable que tal anorexia se extienda a la estructura de su vida toda. Convirtiéndolo en un parásito abúlico, de muy difícil recuperación. Ojalá que llegado el momento Dios me de la gracia de actuar en consecuencia.
Mi nombre es Eduardo Montoro, soy del 68, estoy casado con Graciela y tengo un hijo, Juan Manuel.
Tengo un largo recorrido académico, definido por un amigo como el viaje de Frodo, no porque sea como Frodo, sino por las peripecias que tuve que pasar, algunas en Italia otras en Argentina. En ese viaje obtuve varios reconocimientos académicos:
• Licenciado en Psicologia, Universidad Católica de Cuyo.
• Master en Psicología de Counselling, Università Europea di Roma
• Profesor de Psicología, Universidad de Mendoza
• Licenciado en Filosofía Sistemática con orientación Lexicográfica, Pontificia Università Gregoriana
• Licenciado en Filosofía del Derecho, Universidad Católica de Cuyo
• Y cuatro años de Teología, no acreditados oficialmente en ninguna universidad, pero que equivalen a una licencia.
Actualmente resido en San Juan, Argentina y mi hobby es salir a andar en moto en duro por los cerros sanjuaninos.
Pero lo que más me apasiona es ver crecer a las personas, superarse, en las más difíciles e inimaginables circunstancias.
El momento es ahora, porque nunca debiera haber ocurrido que el Estado tomara el lugar que le corresponde a los padres, del mismo modo que las otras áreas, en donde las personas delegan lo indelegable.
Hace unos años circulaba una tarjeta con pretensiones de comicidad que decía: «RES NON VERBA (LA VACA NO HABLA)»
Y así se siguó razonando, hasta hoy…y así estamos, sin padres capaces de educar ni instruír a sus hijos.
Y de hijos que no aceptan ser influenciados por nadie que se oponga a sus deseos de inmediatez e irreflexion.
Cosa totalmente legitimada por la irracionalidad al uso.
Tal vez la Academia pueda aportar algo…todavía…antes que anochezca.
Mientras. las energías salutíferas emergentes, liberadas por quienes se siente hartos, lleven su impulso para solucionar las cosas de modos mas desprolijos y menos discursivos. Como por otra parte, ya está ocurriendo, para solaz de quienes en las tertulias elaborarán explicacioes absolutamente entretenidas y estériles.
«El aburrimiento es la madre de la inventiva», dicen los especialistas.
http://es.sott.net/article/34899-El-aburrimiento-podria-ser-bueno-y-malo-para-la-salud