La esperaba hace tiempo, la esperaba con ansias, sabía que venía en colectivo y el horario de su llegada. Nos desencontramos pero al final la tengo en mis brazos.
No, no es una novia, ni esposa ni nada que se le parezca… es una enciclopedia de Historia Universal en 20 tomos. Me puso más contento que cuando me compré la moto en duro y hace varios días que estoy contento, cada vez que la veo, y no creo que se me pase. Probablemente me dé más satisfacciones que el campo y mi Yamaha.
La enciclopedia no es nada del otro mundo, no es algo para eruditos, no tiene sesudos análisis, ni complicadas metateorías sobre la historia, pero es justo lo que quería, hecha mi Galatea exactamente a la medida de mis pigmaliónicos deseos.
Ágil de leer, ilustrada, en un formato muy agradable, un tamaño cómodo, sólo un defecto en relación a mis gustos, nunca me gustó la solemnidad de las tapas duras, es algo que no va conmigo, en fin, creo que nos vamos a llevar bien.
Bah… todo lo bien que uno se pueda llevar con un amor no correspondido, me ha gustado siempre la historia, y voy entrando en años y me gusta cada vez más. Últimamente he tomado consciencia que la prefiero hasta por encima de la ficción, hace más de dos meses que vengo peleando para terminar un librito cortito de Dostoievski (El Jugador), sin demasiado éxito.
¿Amor no correspondido? Sí, tristemente tengo que confesarlo, padezco de alzheimer histórico. Por mucho que me guste la historia es ridículo lo que retengo de lo que leo. Termino de leer una enorme biografía de Napoléon y apenas puedo recordar que fue un megalómano francés que quiso fundar los Estados Unidos de Europa… Por supuesto estoy exagerando, pero no tanto, mi alzheimer histórico ya se manifestaba desde pequeño cuando mi madre me torturaba preguntándome detalles de alguna circunstancia vivida y yo apenas podía responder con un pánfilo: «me fue bien».
En fin, hay que aceptarse como uno es, este amor mío está destinado a darme satisfacciones fugaces, apenas mientras leo para luego desaparecer en el narcótico sueño del olvido, pero no importa somos felices juntos….
Mi nombre es Eduardo Montoro, soy del 68, estoy casado con Graciela y tengo un hijo, Juan Manuel.
Tengo un largo recorrido académico, definido por un amigo como el viaje de Frodo, no porque sea como Frodo, sino por las peripecias que tuve que pasar, algunas en Italia otras en Argentina. En ese viaje obtuve varios reconocimientos académicos:
• Licenciado en Psicologia, Universidad Católica de Cuyo.
• Master en Psicología de Counselling, Università Europea di Roma
• Profesor de Psicología, Universidad de Mendoza
• Licenciado en Filosofía Sistemática con orientación Lexicográfica, Pontificia Università Gregoriana
• Licenciado en Filosofía del Derecho, Universidad Católica de Cuyo
• Y cuatro años de Teología, no acreditados oficialmente en ninguna universidad, pero que equivalen a una licencia.
Actualmente resido en San Juan, Argentina y mi hobby es salir a andar en moto en duro por los cerros sanjuaninos.
Pero lo que más me apasiona es ver crecer a las personas, superarse, en las más difíciles e inimaginables circunstancias.
Ante todo,Felicitaciones por tu nueva adquisición!!.
A mí me pasa parecido con la historia (por sobre todo con los manuales de historia) me gustan pero jamás he logrado retener más que por unos pocos días los hechos y los nombres y solo me queda una idea general o interpretación a modo de sentencia de lo leído, pero con vagos y débiles fundamentos en hechos y personajes relevantes, tan solo fragmentos o pequeñeces es lo que me queda de fundamento de lo que para mí es la interpretación más certera de uno varios siglos de historia. Creo que el formato enciclopedia puede satisfacer mejor mi gusto por “has tu propia aventura”, que es lo que me gusta de la historia, así que me diste una buena idea como para probar.
Por otro lado, tan poco me casaría con la ficción, pero confieso que las noches más apasionadas de mi vida se las debo a algunos libritos de Dostoievski, (memorias del subsuelo o algunos capítulos de los hermanos karamazov, de él me han quedado frases marcadas en la piel, “devolver el billete”, “todos somos culpables por todos” je), la parte literaria de Sartre (la náusea) o a E. Sábato… Jamás los cambiaria por las elidas paginas de una enciclopedia, y menos en tapa dura!, ¿ Que hablar si se los compara con la fuerza y la asfixia de Nietzsche o la ironía y la gravedad de Kierq?. Nee, definitivamente no me opongo a tu nuevo amor y les deseo la mayor dicha, pero… al menos para una noche de pasión, sigo prefiriendo a las tapas blandas!.
Creo que es una cuestión de edad, a tu edad me pasaba lo mismo… A mi edad encuentro en la ficción algo que ya no me atrae justamente por el hecho de ser ficción… Fijate que ya empecé con el primer tomo y leo con avidez cosas que antes hubiera considerado aburridísimas, como la formación del cosmos de las estrellas, de las galaxias, del sistema solar etc… Tu comentario me hace acordar a cuando era chico y no entendía por qué a mi papá le gustaba tanto el insoportable «noticiero»… es eso, me voy volviendo viejo y me está comenzando a gustar el «noticiero…. de toda la historia de la humanidad»… 😉
Desconozco la edad de Gabi’s pero sé que soy más joven que P&E y concuerdo con la cuestión de la edad… yo suelo especializarme en divertirme con cosas realmente aburridas.
Por ahora mnemosyne me acompaña… no sé hasta cuando, pero en realidad lo mío es más cosa del corazón que de la razón… cuando leo historia me apasiona, me atrapa, como ese amor que describen y por eso deja huellas y heridas que luego puedo re-cordar… curiosamente me pasa que no recuerdo en lo inmediato con tanta precisión que cuando pasa un tiempo… cosa que generalmente suele ser al revés… misterios de la mente.
Un librito excelente, devorable en pocos días, de Belloc: El testigo ocular.
Especial mezcla de historia y «ficción». Historias hechas a la medida de lo humano, con el justo condimento salino, imaginación, que mata los gusanos devoradores de lo histórico en cuanto tal.
Particularmente, no me llaman esas historias universales sino para buscar algún dato concreto.
Me pasa lo de usted, Psique. Quizás la poca retención de datos concretos venga de la habitud con lo abstracto. Que, por otra parte, no habla bien de uno.
Sí, la verdad, no habla demasiado bien de quien padece este defecto….
Concuerdo Psique en que es un poco cosa de edad, y además me parece también de madures, que supone la edad pero como es sabido, está no implica a aquella. Creo, como bien decías en otro comentario, “cuando vas madurando no te queda nada salvo el fin al que queres llegar, el resto desaparece”, supongo que entre lo que desaparece está la gravitación que tengan los libros, doctrinas e ideas – seguramente muuuchos mas en tu caso que en el mío- en los que te has ido apoyando.
Seguramente, y también el hecho de valerse del escapismo (sano o no) de la ficción….
P&E quizás este tango se asemeje un poco a tu relación con la historia
http://www.youtube.com/watch?v=o_6mz4g1UG8&feature=related