Les dejo aquí un popurrí de citas de Freud sobre la homosexualidad:
La educación de los varones por personas del sexo masculino (esclavos, en el mundo antiguo) parece favorecer la homosexualidad; la frecuencia de la inversión en la nobleza de nuestros días se vuelve tal vez algo más comprensible si se repara en el empleo de servidumbre masculina, así como en la escasa atención personal que la madre prodiga a sus hijos.
Hemos descubierto que ciertas personas, señaladamente aquellas cuyo desarrollo libidinal experimentó una perturbación (como es el caso de los perversos y los homosexuales), no eligen su posterior objeto de amor según el modelo de la madre, sino según el de su persona propia. Manifiestamente se buscan a sí mismos como objeto de amor, exhiben el tipo de elección de objeto que ha de llamarse narcisista.
En muchos histéricos, la ausencia temprana de uno de los miembros de la pareja parental (por muerte, divorcio o enajenación recíproca), a raíz de la cual el miembro restante atrajo sobre sí todo el amor del niño, resulta ser la condición que fija después el sexo de la persona escogida como objeto sexual y, de esta manera, posibilita una inversión permanente.
Están en primer lugar -prescindiendo de las personas de pulsión sexual hiperintensa y no inhibible- los diversos géneros de perversos, en quienes una fijación infantil a una meta sexual provisional coartó el primado de la función reproductora, y los homosexuales o invertidos, en quienes, de una manera aún no esclarecida por completo, la meta sexual fue apartada del sexo opuesto. Si la nocividad de estas dos variedades de perturbación del desarrollo no parece tan grande como se habría podido esperar, esa levedad ha de reconducirse justamente al carácter complejo y compuesto de la pulsión sexual, que posibilita una plasmación final viable de la vida sexual aun cuando uno o varios componentes de la pulsión hayan sido excluidos del desarrollo. La constitución de los aquejados de inversión, los homosexuales, se singulariza incluso por una particular aptitud de la pulsión sexual para la sublimación cultural.
Todos nuestros varones homosexuales habían mantenido en su primera infancia, olvidada después por el individuo, una ligazón erótica muy intensa con una persona del sexo femenino, por regla general la madre, provocada o favorecida por la hiperternura de la madre misma y sustentada, además, por un relegamiento del padre en la vida infantil. Sadger ha destacado que la madre de sus pacientes homosexuales era a menudo un marimacho, una mujer con enérgicos rasgos de carácter, capaz de expulsar al padre de la posición que le corresponde; en ocasiones yo he visto lo mismo, pero he recibido una impresión más fuerte de aquellos casos en que el padre faltó desde el comienzo o desapareció tempranamente, de suerte que el varoncito quedó librado al influjo femenino. De todos modos, parece como si la presencia de un padre fuerte asegurara al hijo varón, en la elección de objeto, la decisión correcta por alguien del sexo opuesto.
Tras ese estadio previo sobreviene una trasmudación cuyo mecanismo nos resulta familiar pero cuyas fuerzas pulsionantes todavía no aprehendemos. El amor hacia la madre no puede proseguir el ulterior desarrollo conciente, y sucumbe a la represión. El muchacho reprime su amor por la madre poniéndose él mismo en el lugar de ella, identificándose con la madre y tomando a su persona propia como el modelo a semejanza del cual escoge sus nuevos objetos de amor. Así se ha vuelto homosexual; en realidad, se ha deslizado hacia atrás, hacia el autoerotismo, pues los muchachos a quienes ama ahora, ya crecido, no son sino personas sustitutivas y nuevas versiones de su propia persona infantil, y los ama como la madre lo amó a él de niño. Decimos que halla sus objetos de amor por la vía del narcisismo, pues la saga griega menciona a un joven Narciso a quien nada agradaba tanto como su propia imagen reflejada en el espejo y fue trasformado en la bella flor de ese nombre.
La elección homosexual de objeto se halla originariamente mas próxima al narcisismo que la elección heterosexual, circunstancia que facilita en gran manera el retorno al narcisismo cuando el sujeto se ve en el caso de rechazar una violenta tendencia homosexual indeseada.
Mi nombre es Eduardo Montoro, soy del 68, estoy casado con Graciela y tengo un hijo, Juan Manuel.
Tengo un largo recorrido académico, definido por un amigo como el viaje de Frodo, no porque sea como Frodo, sino por las peripecias que tuve que pasar, algunas en Italia otras en Argentina. En ese viaje obtuve varios reconocimientos académicos:
• Licenciado en Psicologia, Universidad Católica de Cuyo.
• Master en Psicología de Counselling, Università Europea di Roma
• Profesor de Psicología, Universidad de Mendoza
• Licenciado en Filosofía Sistemática con orientación Lexicográfica, Pontificia Università Gregoriana
• Licenciado en Filosofía del Derecho, Universidad Católica de Cuyo
• Y cuatro años de Teología, no acreditados oficialmente en ninguna universidad, pero que equivalen a una licencia.
Actualmente resido en San Juan, Argentina y mi hobby es salir a andar en moto en duro por los cerros sanjuaninos.
Pero lo que más me apasiona es ver crecer a las personas, superarse, en las más difíciles e inimaginables circunstancias.
Hola psique,
Te (les) cuento que alguna vez le he planteado esto del hedonismo y del narcisismo a un amigo gay respecto a su elección (a mi me parece que todo, absolutamente Todo es, en algún margen más o menos estrecho una elección). En un principio entendiendo por narcisismo esto de buscar placer sexual en un cuerpo igual al suyo, como buscando en el otro su propio reflejo., Pero más que nada le encare la cuestión por el lado de relacionarse con el otro como con un objeto, de la idea de pertenencia y en un deseo de reconocimiento incondicional por parte del otro… Todo esto bastante trabajado y con un serie de ejemplos o impresiones que por sí mismas quizá no dicen nada, pero juntadas y con un poco de pegote retorico daban más o menos la idea anterior. Uno de los disparadores de mis “argumentos”? era,,, una tontera, pero bue, para mí significativa: Recordaba una carta de Juan Castro (un periodista bastante exitoso, drogadicto y homosexual… nada personal contra drogadictos u homosexuales! aclaro, aunque no creo muchos se vean ofendidos,,, digo exitoso, drogadicto y homosexual, sin solución de continuidad, quizá hasta buen tipo, no me consta, no lo excluyo… Mi amigo si es homosexual, relativista, no es drogadicto y si es buen tipo, eso si me consta! o al menos no mucho peor que yo, y de todas formas… ni una cosmovisión – o ideología, no lo sé -, ni el ser peor o mejor – en tanto que errores o virtudes- me va a hacer perder una amistad, o al menos a eso aspiro. Confieso, para matizar, no siempre lo consigo).
En fin, en la carta de suicidio del susodicho difunto Castro (Juan, por supuesto) a su entonces pareja traía como última frase un rotundo “incondicionalmente tuyo”, Juan. Nada que ver, pero ese “incondicionalmente tuyo” lo recuerdo porque me pareció bastante revelador respecto al amor homosexual y a un narcisismo inherente.
La charla con mi amigo siguió y después de todo mi esfuerzo retorico para explicarle lo que yo veo de anómalo en su situación, el muy gay – en el sentido de cagón- me termino retrucando, en resumidas cuentas, que también los heterosexuales son narcisistas, que también vemos en el otro un objeto de satisfacción, que también tenemos un deseo de aceptación incondicional y que apenas deja el otro de cumplir nuestros caprichos, simplemente se nos acaba el amor., Agrego además que todas instituciones y valores en las cuales yo fundaba mis ejemplos de amor heterosexual diferente de este narcisismo de a todo o nada (y en los que sostengo que lejos de acabarse el amor , es su surgimiento) no son más que ilusiones, productos culturales, tasita o inconscientemente convenidas a los efectos de no reconocer la cruda (y triste, agrego yo) realidad de que… todos somos unos narcisistas caprichosos y que no hay mucho más que eso. Insisto en lo de cagón – Y eso le retrucaba – porque todos los ejemplos que ponía desde lo heterosexual son casos anómalos además de que todo mirado desde su estricto descontrustructivismo queda en nada (aunque viese un muerto resucitado no lo creería).
En fin…la cosa se termino diluyendo en acusaciones reciprocas de cagonismos y posturas de valentías antagónicas,dentro de un clima de esforzada tolerancia dentro de la discrepancia y de un tanto sobreacutada radicalidad en la equivocación del otro…Todo mientras se vaciaron un par de cervezas y cada uno se vio obligado a regresar sus rutinas: él a su tesis de licenciatura en psicología (“del erotismo en pasolini”, que algún día supongo que con más desagrado que curiosidad leeré) y yo a mía de estudiante, de comerciante y de aspirante a Cristiano.
Gabis, en la heterosexualidad lo que aniquila definitivamente toda traza de narcisismo, normalmente, son los hijos o mejor la famosa «apertura a la vida» en que se inscribe la sexualidad.
Los hijos + el tiempo de envejecer juntos.
Me dirán que también pueden adoptar, que también envejecen. No, no pueden adoptar. No, no envejecen juntos.
Sí, es así, aunque yo no tengo hijos, estoy de acuerdo, dentro de ciertos límites. Los hijos son los arrecifes más duros que la realidad puede presentar contra el narcisismo, algunos tienen el casco tan duro que ni eso lo penetra, pero ese es ya otro problema…
Sí, estoy de acuerdo, yo tampoco tengo hijos pero supongo que son el mayor empujón que puede dar la naturaleza para salir del ensimismamiento, hay muchos otros pero la magnitud, el impacto de realidad que deben producir los hijos es quizá el mayor (quizá más en las mujeres por ser más sensiblemente gestadoras, pero también en los hombres por la simple necesidad natural de paternidad). Sin embargo, creo es común al hombre, más o menos desde que existe libertad, el ir poniendo paliativos, adormecentes y toda clase de somníferos – sea por vía de raciocinios, sea por vía de mistificaciones o simplemente el mero factum de poder – para no hacerse cargo de sus actos y para hacer de cuenta que nos comemos el durazno sin la pelusa… Total, mañana el sol sigue saliendo sobre todos.
En el caso de los homosexuales, hay casos en donde pueden envejecer… juntados más que juntos – sobre todo, y diría que casi exclusivamente en casos en donde forman “pareja” más de grandes – por la sola fuerza de la costumbre y por que forman una relación de padre-hijo sin paternidad o algún otro tipo de relación simbiótica. En cuanto a los hijos… es curioso, pero a mí se me hace que se les hace más fácil que a un heterosexual el hecho de suplantarlos mediante perros, gatos, pajaritos o sobrinos, quizá por el mismo hecho de que nunca llegan a formar una pareja de verdad, Igual seguramente en algún momento a alguno se le ocurrirá tener hijos –adoptivos o naturales – yss, por lo pronto va a ser un problema para encuadrar eso dentro del régimen de filiación del Código Civil, pero bue, nada que con un poco de jurisprudencia y alguna que otra reforma legislativa no se pueda arreglar.
Pero más allá de los homosexuales, que sin duda estaría bueno que no se les mintiese y que no se mintiesen, y que estén al tanto de que parte inherente a su condición es el no ser padres y el no poder formar una familia (por más que se quieran, se adoren, se amen y lleguen a vivir toda una vida juntos… o al menos una ancianidad), más allá de esto, el problema para mí sigue siendo el mismo: mientras sigamos tan obstinados en nuestra megalomanía, en nuestro antropocentrismo y en nuestra omnipotencia siempre, tarde o temprano (y generalmente es temprano y muchas veces, solo que no le damos bola), no vamos a terminar topando con la realidad de nuestra indigencia, de nuestra pequeñez y de nuestra condición de meras creaturas. Eso para mí es inevitable y es la mejor razón para por lo menos repensar un poco que ganamos gastando tanto en somníferos?.
Feliz Natividad.
a mi parecer ,la homosexualidad aparte de todas la circunstacias de la vida de dicha persona,hay algo mas profundo ,eso esta muy cercano o emparentado con la infeccion diabolica que persigue a la humanidad para destruirlla de cualquier modo pasible.basta con ver como se dan las circunstacias de la vida de los homosexuales y te das cuenta facilmente que detras de todo eso estan ocultas muchas ideas diabolicas.(que para este mundo frio,relativista y hedonista, no pasa nada!!)