Pasemos ahora a la segunda observación: sobre la libertad. El problema de la libertad. Es el problema del pensamiento moderno. En mis tiempos era un tabú, no se podía decir nada, el pensamiento moderno era el problema del diablo. ¡No! Es el pensamiento del hombre. El pensamiento del hombre, que ha intentado la última aventura posible de su espíritu: fundarse a sí mismo con sí mismo. Y observad que ésta puede ser una tentación luciferina. De hecho, el resultado histórico, al menos según mis pobres estudios, el resultado histórico fue el ateísmo. El principio de inmanecia, el cogito, que se identifica con el volo, es decir la actividad del espíritu como espontaneidad -oíd bien- la actividad del espíritu como espontaneidad lleva al ateísmo. Es decir, lleva a aquella corriente de vida que absorbe en sí misma todas las posibles dimensiones de la verdad.
El problema de la libertad. Santo Tomás es muy claro -y ya fue citado por el P. Lobato- en el prólogo a la Prima Secundae. Allí cita al Damasceno, quien, dando un salto desde su aristotelismo arriba a la instancia metafísica del Nuevo Testamento, es decir, a la instancia de la liberación: Homo factus ad imaginem Dei…secundum quod et ipse est suorum operum principium, quasi liberum arbitrium habens et suorum operum potestatem» De modo que la imago Dei fue puesta verdaderamente en la inteligencia y la espiritualidad, pero es en el actuarse de la inteligencia y la espiritualidad donde se resuelve; no digo que comience, no digo que se constituya, sino que se resuelve en el acto de la libertad. Pienso que en esto no debería haber dificultades. No quiero dar una lección de teología bíblica, pero de hecho cuando Oseas dice perditio tua, Israel, ex te est… Por lo tanto el hombre tiene una creatividad participada. No es un concepto fácil y no es propiamente un concepto. La misma notio entis, el fundamento de la metafísica de Santo Tomás no es un concepto. Es verdad que se dice por ejemplo notio ens commune, etc… pero no es estructurada al modo de concepto. Sin embargo no podemos entrar en estos particulares.
El segundo punto es, entonces, la originalidad de la libertad. Por consiguiente hemos visto: primero la originalidad del actus essendi y ahora la originalidad de la libertad.
Pero ¿qué es la libertad? No puede ser expresada adecuadamente con los conceptos. Si tú, si tú no has hecho un acto libre y auténtico en tu vida no podrás jamás entender la libertad. Por lo tanto, pongamos la experiencia profunda de la persona en el interior del acto libre como fundamento para comprender el acto libre, para comprender la libertad. Y esto me parece auténticamente tomista. En Santo Tomás no hay una vida externa y una vida interna. Hay una vida del espíritu, la vida de la conciencia, la vida del alma que se proyecta en dirección al fin último. Este proyectarse es el ejercicio de la libertad.
Mi nombre es Eduardo Montoro, soy del 68, estoy casado con Graciela y tengo un hijo, Juan Manuel.
Tengo un largo recorrido académico, definido por un amigo como el viaje de Frodo, no porque sea como Frodo, sino por las peripecias que tuve que pasar, algunas en Italia otras en Argentina. En ese viaje obtuve varios reconocimientos académicos:
• Licenciado en Psicologia, Universidad Católica de Cuyo.
• Master en Psicología de Counselling, Università Europea di Roma
• Profesor de Psicología, Universidad de Mendoza
• Licenciado en Filosofía Sistemática con orientación Lexicográfica, Pontificia Università Gregoriana
• Licenciado en Filosofía del Derecho, Universidad Católica de Cuyo
• Y cuatro años de Teología, no acreditados oficialmente en ninguna universidad, pero que equivalen a una licencia.
Actualmente resido en San Juan, Argentina y mi hobby es salir a andar en moto en duro por los cerros sanjuaninos.
Pero lo que más me apasiona es ver crecer a las personas, superarse, en las más difíciles e inimaginables circunstancias.
Hay mucho que decir acerca de la libertad desde la perspectiva de la moderna neurociencia, no es un concepto nublado ni ininteligible, y además, como era de esperar, de sentido común y tomista.
La neurociencia ha descubierto que tomamos las decisiones momentos antes de ser conscientes de tomarlas, lo cual implica que prácticamente todas las decisiones que tomamos se toman «automáticamente», en virtud de la interacción del entorno con nuestro background personal.
Es una especie de «piloto automático» que impulsa a la humanidad hacia delante.
Ser libre… es harto difícil.
Lo que la neurociencia puede haber descubierto son las condiciones materiales en las que de un modo temporal se da el acto libre concreto… la decisión libre como tal no tiene valor semántico para la neurociencia sino que debe otorgársele un significado en un paradigma en el que pueda tener sentido… gracias por comentar, muy interesante tu comentario….
Tienes toda la razón, con neuroimagen se han estudiado actos concretos, circunscritos temporalmente a estudios concretos. No se podría, hoy por hoy, medir esa diferencia entre la decisión automática y la consciencia a posteriori de la decisión; aunque sí podemos extrapolar -sin osadía- esa asincronía al resto de las decisiones, con lo que tendríamos justo lo que santo Tomás afirmaba: «una vida del alma» que viaja en el vehículo del cuerpo.
El paradigma según la neurociencia es claro: la ventana de libertad dentro del edificio del comportamiento humano es muuuy estrecha.
¿Cómo ves tú el medio para alcanzar la libertad? ¿Qué método, aparte de ganar edad, crees que puede utilizarse para conseguirla? ¿La simple consciencia de lo que es El Bien y lo que es El Mal? Y, conseguida, ¿cómo podría describirse la conducta de un ser humano libre? ¿Qué haría de diferente del resto de humanos no libres?
Me parece que no hay que poner dialéctica entre ‘decisión automática’ y ‘consciencia a posteriori de la decisión’, la consciencia es el emergente que ordena todo en torno a sí. La automatización es también consecuencia de una decisión, la decisión propia de quien construye un hábito. El pianista que toca «Claro de luna» de Beethoven toca de un modo automatizado… gracias a Dios… si tuviera que tomar consciencia de cada nota su ejecución sería un desastre… Alguna vez tuvo consciencia de cada nota… y tomó decisiones al respecto… mientras aprendía. Pero una vez formado el hábito ya no hay consciencia explícita del proceso. ¿Esto anula la libertad? Para nada… El acto sigue siendo libre ‘in causa’. Se decidió ‘crear el hábito’ y todo lo que ello implica.
No hay ‘método’ ni ‘medio’ para alcanzar la libertad… Entendiendo ‘método’ y ‘mediación’ a la Descartes o a la Kant. La libertad es el emergente, la libertad es anterior a todo y funda la posibilidad de todo lo que viene después. Como decía Hegel de Kant no hay prolegómenos a la libertad, no se puede aprender a nadar sin meterse al agua, Kant lo único que se pasó haciendo en la vida es enseñarnos a nadar como propedéutica teórica sin mojarse…
Creo que te entiendo. A ver si me explico mejor. cuando hablo de «decisión automática» me refiero a la activación automática de automatismos (valga la redundancia) almacenados en la memoria, pero de forma no consciente. Una vez «seleccionada» la emergencia adecuada, o emergido el automatismo adecuado, de forma no consciente, llega al neocórtex, donde reside la consciencia en general y la consciencia moral en particular, que hace de regulador de salida de la conducta, de torre de control, como demostró Damasio con el célebre caso de Phineas Gage.
Viéndolo así, tendríamos dos procesos, el primero es la emergencia del automatismo subconsciente adecuado, y el segundo sería el filtro moral que deja salir o impide la salida de esa conducta «elegida» previamente.
Según explican las últimas investigaciones neurocientíficas sobre el libre albedrío, el margen de libertad en el ser humano es muy escaso por la razón de que siempre ha habido una decisión anterior que uno no ha tomado conscientemente y que sirve de base para las posteriores. Todo en la vida nos condiciona, hasta llegar al condicionamiento intrauterino y más allá, el ADN. De forma que esa libertad parece una ilusión más que una realidad.
Visto así, no parece osado afirmar que en realidad no tomamos decisiones, sino que son las decisiones las que nos toman a nosotros. Lo cual implica que no somos realmente libres individualmente sino emergencia de la humanidad completa, en sentido transversal y también vertical, que sí es libre si entendemos libertad como Caos, abierto.
¿Cómo lo ves ahora?.
“el margen de libertad en el ser humano es muy escaso por la razón de que siempre ha habido una decisión anterior que uno no ha tomado conscientemente y que sirve de base para las posteriores”
A ver… precisemos… si hubo una decisión anterior fue tomada conscientemente, si no, no fue decisión… fue mera actuación. Que una decisión anterior cree un automatismo de modo tal que el acto presente sea inconsciente de consciencia explícita… sí eso es posible… cuando uno aprende una lengua le presta consciencia explícita a cada una de las palabras, pero una vez que el lenguaje se connaturaliza simplemente se habla sin referencia explícita a las palabras sino a los conceptos o cosas de las que estamos hablando. Las palabras se vuelven transparentes para dejarnos ver realidades. Y eso es un modo de automatismo basado en una elección. Y gracias a Dios que es así. Somos ‘espíritu materiado’, no ángeles, y si tuviéramos que ejercer consciencia plena y total todo el tiempo nos volveríamos locos… un psicótico, como decía Chesterton, no es alguien que piensa de menos, sino demás… Por eso una muy buena dosis de inconsciencia diaria es absolutamente necesaria… de otro modo nos volvemos obsesivo-compulsivos, paranoico, o cualquier dirección hacia donde se encause el exceso de consciencia.
“Todo en la vida nos condiciona, hasta llegar al condicionamiento intrauterino y más allá, el ADN”
Sí, algún nivel de condicionamiento hay, el punto está en si sostengo a nivel de postulado que ese condicionamiento es absoluto o simplemente mediador de mi realidad de ‘espíritu materiado’.
Insisto… de la neurociencia pura nunca saldrán datos concluyentes para negar o afirmar que exista la libertad o no… lo único que nos puede dar es la materialidad del dato del orden de la neurociencia. La libertad, a nivel semántico, es un postulado, que, paradójicamente elegimos (o no, puede existir quien postule el materialismo absoluto), como explicación y fundamento de una estructura semántico-dinámica explicativa de nuestra realidad que llamamos ‘cosmovisión’.