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Sólo un llamado al buen sentido (iba a decir “sentido común”, pero parece que no existe más)…
Las jóvenes deberían viajar este Martes 8. Después de todo lo que se vino exponiendo desde hace meses, desde la “Crónica de otro Fraude anunciado I”, “Crónica… II” y este último post, pregunto casi con la ingenuidad de la chica que me contaba lo del jueguito de la obediencia:
¿ES NORMAL QUE HAYAN TENIDO QUE ESTABLECERSE CÓDIGOS DE COMUNICACIÓN ENTRE PADRES E HIJOS, “POR SI…” lo que sea que encuentren en Italia (no sé si me explico…)?
¿ES NORMAL QUE UN PADRE HAYA TENIDO QUE AVALANZARSE AL OBISPADO, desesperado, al enterarse por medio de un vecino de que a su hija ya la mandaban a Italia sin que él hubiese sido notificado? Así hicieron con la ingenua, que si bien pudo estar con su familia unos días antes de la partida, no pudo recibir el saludo de sus jóvenes amigos/as compañeros de Misa que la habían conocido antes de su ingreso al postulantado.
¿ES NORMAL QUE SE LE HAYAN DADO CONSEJOS AL ESTILO DE “PAÑOS FRÍOS”, tanto a la joven más vapuleada en esa comunidad como a su familia, demasiado respetuosa de la figura sacerdotal, lamentablemente?
Todavía hay tiempo para que el ensotanado que omitió su papel de “padre espiritual” reaccione y se comporte como debe (porque un  trámite del Consulado puede caerse sin problemas y los pasajes se rompen y no pasa nada) y haga honor a la sabiduría que Dios le concede en muchos temas. Errores cometemos todos.   El asunto está en repararlos cuando todavía podemos.
Quizá sus amigos, que tienen hijos y a lo mejor se los han llevado para algún consejo, comprendan la seriedad de la situación y lo ayuden a obrar bien… Eso es lo que humildemente espero porque durante  muchos años lo he estimado y respetado.
Que intente, al menos, hacer algo, y no quedar como responsable delante de Dios por lo que se debió hacer  y no se hizo.
En fin, que los jóvenes aprendan de todo esto a no confiarse totalmente en los “hábitos”, y que los padres no pierdan su sentido común ni cedan su autoridad ante ninguno, por más conocido que sea…
Dios los bendiga.

Cessy Gladstone

PD. Por si hay alguna duda sobre el tema de la obediencia leer este excelente artículo de Castellani

Autor: Eduardo Montoro

Mi nombre es Eduardo Montoro, soy del 68, estoy casado con Graciela y tengo un hijo, Juan Manuel.
Tengo un largo recorrido académico, definido por un amigo como el viaje de Frodo, no porque sea como Frodo, sino por las peripecias que tuve que pasar, algunas en Italia otras en Argentina. En ese viaje obtuve varios reconocimientos académicos:
• Licenciado en Psicologia, Universidad Católica de Cuyo.
• Master en Psicología de Counselling, Università Europea di Roma
• Profesor de Psicología, Universidad de Mendoza
• Licenciado en Filosofía Sistemática con orientación Lexicográfica, Pontificia Università Gregoriana
• Licenciado en Filosofía del Derecho, Universidad Católica de Cuyo
• Y cuatro años de Teología, no acreditados oficialmente en ninguna universidad, pero que equivalen a una licencia.
Actualmente resido en San Juan, Argentina y mi hobby es salir a andar en moto en duro por los cerros sanjuaninos.
Pero lo que más me apasiona es ver crecer a las personas, superarse, en las más difíciles e inimaginables circunstancias.

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