Los pesos pesados del Real Madrid ya se han puesto en marcha tras la derrota frente al Barça. Valdebebas será hoy, día de regreso a la actividad blanca, un hervidero de psicología de grupo. Terapia que liderarán los españoles: Casillas, Xabi Alonso, Arbeloa, Albiol, Sergio Ramos… Lo hacen por miedo a que se extienda lo que ya parece un mal evidente en el equipo del Bernabéu: complejo de inferioridad frente al eterno rival. En el vestuario merengue se cree con firmeza que el «síndrome del Atlético de Madrid» empieza a notarse en las piernas de los madridistas.
Síndrome que se puede resumir en una sola frase: complejo de inferioridad. Sensación de que, haga lo que haga el Real Madrid, el Barça siempre será superior y terminará ganando el partido. Sensación de que, ocurra lo que ocurra, el plan A de los madridista siempre será superado por el que despliegue Guardiola y los suyos.
Sólo así se explica, entienden estos veteranos de ‘La Roja’ que con todo a favor para ganar al eterno rival, el partido concluyera con un baño del Barça. Entienden estos futbolistas que sí, que el partido se podría haber perdido pero que las formas y los modos no fueron los adecuados. Había prisas, nervios y aceleraciones que eran innecesarias.
El paradigma de ese síndrome fue, de nuevo, Cristiano Ronaldo. El luso acabó silbado por la grada y sus remates acabaron fuera de la portería cuando, al menos en dos ocasiones, tuvo claras oportunidades para perforar la portería de Valdés.
Mensajes dominicales
Por eso, informa la Cadena Cope, incluso durante este domingo existieron llamadas y mensajes de los capitanes a sus compañeros. SMS tranquilizadores con los que reforzar la confianza clasificación en mano.
Si se gana en Sevilla, el Real Madrid seguirá siendo líder. Todo el trabajo hecho hasta ahora no debe desaparecer por un único choque perdido en circunstancias anómalas, entiendo como tales esa autoexigencia, vértigo o cómo se le quiera llamar que sienten los blancos ante el Barça.
Algo parecido a lo que sufre el Atlético de Madrid en los últimos 12 años. Ése es el tiempo que llevan sin ganar los rojiblancos al equipo blanco, en algunas ocasiones, por puro derrotismo antes de saltar al terreno de juego.
Éso es lo que temen los madridistas, que el vértigo cree callo y se produzca un efecto del que sea complicado salir en los próximos enfrentamientos ante el Barça, algo que necesitaría de soluciones mucho más drásticas para poder frenar la supremacía blaugrana.
Mi nombre es Eduardo Montoro, soy del 68, estoy casado con Graciela y tengo un hijo, Juan Manuel.
Tengo un largo recorrido académico, definido por un amigo como el viaje de Frodo, no porque sea como Frodo, sino por las peripecias que tuve que pasar, algunas en Italia otras en Argentina. En ese viaje obtuve varios reconocimientos académicos:
• Licenciado en Psicologia, Universidad Católica de Cuyo.
• Master en Psicología de Counselling, Università Europea di Roma
• Profesor de Psicología, Universidad de Mendoza
• Licenciado en Filosofía Sistemática con orientación Lexicográfica, Pontificia Università Gregoriana
• Licenciado en Filosofía del Derecho, Universidad Católica de Cuyo
• Y cuatro años de Teología, no acreditados oficialmente en ninguna universidad, pero que equivalen a una licencia.
Actualmente resido en San Juan, Argentina y mi hobby es salir a andar en moto en duro por los cerros sanjuaninos.
Pero lo que más me apasiona es ver crecer a las personas, superarse, en las más difíciles e inimaginables circunstancias.