Estoy leyendo El chiste y su relación con el inconsciente, medio en diagonal, lexicográficamente es decir solamente buscando las palabras que me interesan para la tesis. Ahora entiendo por qué este libro, subestimado en la escala de valoración de la koiné psicoanalítica, es para Lacan uno de los grandes hitos de Freud. Es verdaderamente genial, miré algo de literatura psicoanalítica y ni de cerca se dan cuenta de lo genial que tiene este libro, ponen el foco de nuevo en la koiné, o por medio de la koiné, o a causa de la koiné, y las interpretaciones son muy aburridas. Este hijo de puta de Freud es verdaderamente un genio, es cierto que cada vez más se lo carga su voluntad de sistema, como vos insistís, pero es un genio. Estoy llegando a niveles de placer en esta investigación que no sentía desde que leía Fabro en el seminario, ese placer por el co-descubrimiento, eso que está en el autor y que vos siempre pensaste y que estallan cuando se encuentran en una intuición única, placer que te frena de hacer toda otra cosa y te obliga a escribirle a un amigo para compartirlo, y por ese medio objetivarlo haciéndolo administrable y soportable. En todo autor genial la voluntad de sistema no anula su genialidad, por ejemplo Hegel, Kant, etc, son tan geniales que aún en su sistema, que en última instancia rinde tributo a sí mismo, no pueden hacer que la realidad no deje huella de sus más profundos estratos. Mi amigo, nos discípulos del dionisíaco de la voluntad de realidad, el pachorriento de Roccasseca, cristal transparente que nunca se muestra a sí mismo, tenemos la obligación de rescatar el oro donde se encuentre, aunque para ello haya que remover un montón de mierda.
Abrazo y aunque no sea cosa de hombres, te quiero mucho.