Habéis sufrido inmensamente y eso me apesadumbra en verdad. Sé que nada puede borrar el mal que habéis soportado. Vuestra confianza ha sido traicionada y vuestra dignidad ha sido violada. Muchos habéis experimentado que cuando teníais el valor suficiente para hablar de lo que os había pasado, nadie quería escucharos. Los que habéis sufrido abusos en los internados debéis haber sentido que no había manera de escapar de vuestros sufrimientos. Es comprensible que os resulte difícil perdonar o reconciliaros con la Iglesia. — BENEDICTUS PP. XVI, Carta pastoral a los católicos de Irlanda, Vaticano, 19 de marzo de 2010, solemnidad de San José.
Copié de Infocaótica esta cita que me impactó profundamente, porque cambio la palabra «internado» por congregación neoconservadora y la ecuación da el mismo resultado, un montón de abusados, al menos espiritualmente, a los cuales les (nos) cuesta horrores perdonar y reconciliarnos con la Iglesia. En la tendalada han (hemos) quedado de todo: ateos formales, agnósticos, ateos prácticos, desilusionados, fóbicos de lo religioso, etc.
Seguramente también cargarán (cargaremos) con sus (nuestras) culpas, no es cuestión de que sean (seamos) víctimas inmaculadas, pero qué bueno es que el Papa nos diga que es normal que nos cueste reconciliarnos con la Iglesia.
Mi nombre es Eduardo Montoro, soy del 68, estoy casado con Graciela y tengo un hijo, Juan Manuel.
Tengo un largo recorrido académico, definido por un amigo como el viaje de Frodo, no porque sea como Frodo, sino por las peripecias que tuve que pasar, algunas en Italia otras en Argentina. En ese viaje obtuve varios reconocimientos académicos:
• Licenciado en Psicologia, Universidad Católica de Cuyo.
• Master en Psicología de Counselling, Università Europea di Roma
• Profesor de Psicología, Universidad de Mendoza
• Licenciado en Filosofía Sistemática con orientación Lexicográfica, Pontificia Università Gregoriana
• Licenciado en Filosofía del Derecho, Universidad Católica de Cuyo
• Y cuatro años de Teología, no acreditados oficialmente en ninguna universidad, pero que equivalen a una licencia.
Actualmente resido en San Juan, Argentina y mi hobby es salir a andar en moto en duro por los cerros sanjuaninos.
Pero lo que más me apasiona es ver crecer a las personas, superarse, en las más difíciles e inimaginables circunstancias.
Muy bueno este post. Muy cierto y edificante el punto realista del Papa… su comprensión y entendimiento. Normalmente los que hablan del abuso sufrido han sido victimizados como blasfemos, resentidos, faltos de fe, en palabras católicas, pecadores que solo tiran mierda a los cuatro vientos. Es importante que el cambio y la transformación, el entendimiento y la conversion venga desde arriba. Se agradece.
En todo y también en esto, vale lo de Job:
«Dios no necesita de nuestras mentiras».
No entiendo muy bien Beatriz, ¿En qué sentido?