Investigan el vínculo entre nutrición y socialización en los adolescentes
De 375 adolescentes tucumanos consultados, el 27% tiene conductas alimentarias de riesgo porque quiere adelgazar y el 17% presenta insatisfacción corporal
Los adolescentes con conductas alimentarias de riesgo muestran dificultades en habilidades sociales.
Un estudio interdisciplinario de investigadores tucumanos concluyó que el retraimiento y la ansiedad son las principales consecuencias en el comportamiento social.
Los investigadores analizaron los vínculos entre el estado nutricional antropométrico, el consumo alimentario, las conductas alimentarias de riesgo y las habilidades sociales de adolescentes escolarizados de zonas urbanas y rurales de la provincia de Tucumán. Durante la ejecución del proyecto (2010-2011) se trabajó con 375 adolescentes, de 14 años como edad promedio, asistentes a las escuelas públicas de la capital de la provincia en dos localidades de la zona rural de esa provincia.
Tanto la conducta alimentaria como los hábitos alimentarios adquieren en la forma de vida de las personas un significado que abarca distintos tipos de experiencias. Entre la necesidad fisiológica de saciar el hambre y la conducta alimentaria, se interponen cuestiones que van desde lo psicológico hasta aspectos sociales y culturales.
Los nutrientes, los alimentos y sus propiedades particulares, y la comida están atravesados por distintos factores como los ambientales, que influyen en el tipo de dieta local según la disponibilidad de los alimentos y las pautas socioculturales que estipulan las costumbres y su valor simbólico. Por este motivo, los resultados de la investigación se agruparon en dos aspectos principales: uno, vinculado a las dimensiones nutricionales y, el otro, a los aspectos psicosociales e interpersonales de los adolescentes.
En relación al primer aspecto, se encontró que el 27% del total tenía conductas alimentarias de riesgo relacionadas con deseos de adelgazar y el 17%, insatisfacción corporal. Respecto a las conductas de riesgo según el estado nutricional, se observó que los adolescentes con sobrepeso y obesidad mostraban mayor insatisfacción corporal y deseos de adelgazar. En cuanto al estado nutricional, el 18% presentó sobrepeso y obesidad y el 2% déficit nutricional. El 26% de los adolescentes rurales percibieron su cuerpo con el peso adecuado, mientras que el 55% de los adolescentes urbanos manifestó no tenerlo. En el primer grupo, el 23 por ciento expresó que debía bajar de peso entre 1 a 6 kg, al igual que el segundo.
Respecto a los aspectos psicosociales e interpersonales, se observó que los adolescentes rurales se percibían con habilidades facilitadoras de socialización. Al considerar la variable sexo, el grupo de las mujeres presentó mayor ansiedad social y timidez respecto de sus pares varones en las zonas rurales. Se encontraron asociaciones estadísticas entre la presencia de una disconformidad corporal y comportamientos agresivos.
Los adolescentes con conductas alimentarias de riesgo mostraban dificultades en sus habilidades sociales, particularmente retraimiento y ansiedad social. Los adolescentes con sobrepeso y obesidad manifestaron conductas alimentarias de riesgo, escaso autocontrol en sus relaciones sociales y manifiesta ansiedad social.
Según indicó la directora del proyecto, doctora en Psicología Betina Lacunza, “los datos encontrados posibilitaron la ejecución de tareas de intervención en la población adolescente, a partir de talleres sobre hábitos alimentarios saludables y comportamientos sociales asertivos para los adolescentes participantes, como así también la capacitación para docentes y preceptores, como promotores de comportamientos saludables”.
Mi nombre es Eduardo Montoro, soy del 68, estoy casado con Graciela y tengo un hijo, Juan Manuel.
Tengo un largo recorrido académico, definido por un amigo como el viaje de Frodo, no porque sea como Frodo, sino por las peripecias que tuve que pasar, algunas en Italia otras en Argentina. En ese viaje obtuve varios reconocimientos académicos:
• Licenciado en Psicologia, Universidad Católica de Cuyo.
• Master en Psicología de Counselling, Università Europea di Roma
• Profesor de Psicología, Universidad de Mendoza
• Licenciado en Filosofía Sistemática con orientación Lexicográfica, Pontificia Università Gregoriana
• Licenciado en Filosofía del Derecho, Universidad Católica de Cuyo
• Y cuatro años de Teología, no acreditados oficialmente en ninguna universidad, pero que equivalen a una licencia.
Actualmente resido en San Juan, Argentina y mi hobby es salir a andar en moto en duro por los cerros sanjuaninos.
Pero lo que más me apasiona es ver crecer a las personas, superarse, en las más difíciles e inimaginables circunstancias.