Dos palabras sobre el aspecto semántico de la cuestión. En la literatura analítica en nuestro idioma —especialmente en las traducciones— el self es denominado «yo», «personalidad», «persona», «Sí mismo», «uno mismo», «ser», etcétera. La consecuencia inmediata es que conceptos originariamente claros se tornan confusos y ambiguos. Por lo tanto, creemos conveniente recomendar la incorporación definitiva a nuestro idioma del vocablo «self», de la misma manera que se ha hecho con otros términos psicoanalíticos como «insight», «acting out», etcétera.
Igualmente sugerimos desistir de cualquier intento de introducir más términos para designar al self y, al mismo tiempo, cuidar en los trabajos y traducciones de emplear bien discriminada la palabra «yo» cuando se refiera a la estructura psicoanalítica clásicamente descripta por Freud; y «self» cuando se refiera a la persona total.