naturaleza de esta hipótesis y acerca de la manera como se presenta en el contexto del saber contemporáneo.
Conviene adelantar, sin embargo, que existen gran cantidad de textos que comienzan a aclararse a la luz de la presente lectura. Si Heráclito es el filósofo de la tragedia, no puede dejar de ser, a su manera, el filósofo del mito; también él debe avanzar hacia el resorte estructurante que intentamos desprender. Es posible que acabemos por arriesgar demasiado, pero ¿cómo no reconocer que unos fragmentos hasta el momento opacos e indescifrables proponen de repente una significación manifiesta? ¿No es la misma génesis del mito, el engendramiento de los dioses y de la diferencia bajo la acción de la violencia, todo el capítulo que concluimos, en suma, lo que se encuentra resumido en el fragmento 60?
«El combate es padre y rey de todo. Produce a unos como dioses, y a otros como hombres. Hace esclavos a unos y libres a los otros.»