LA EXPLICACIÓN PSICOLÓGICA SE REFORMULA A PARTIR DE SU INMERSIÓN EN LA NARRATIVAY LA HISTORIA
Algunas alternativas radicales se han fraguado desde el corazón ideológico de la sociedad capitalista. La familia nuclear es el lugar donde los chicos y las chicas aprender a ser hombres y mujeres, y la terapia familiar ha sido históricamente una de las intervenciones psicológicas que han servido para rejuntar a hombres y mujeres infelices con ellos mismos y entre sí27. La heterosexualidad normativa mantenida por un sistema familiar «saludable» garantiza la distribución patriarcal del poder, por medio del traspaso de la propiedad de padres a hijos ininterrumpidamente. A pesar de que este carácter hereditario de la propiedad es más importante para las familias de la burguesía, que controlan los medios de producción, la lección moral en torno a los valores familiares que ha calado en el resto de la sociedad sirve igualmente para la clase trabajadora28. En cierto modo, es más importante que la clase trabajadora aprenda la lección, puesto que es mayor la probabilidad de que sea observada y patologizada cuando los trabajadores no se adapten a sus trabajos y dejen de ser productivos».
A este respecto, el fundamentalismo es un verdadero problema, pero es, en realidad, el cristianismo fundamentalista, entendido como motor reproductivo de la familia nuclear, hacia el que tendríamos que dirigir nuestras cautelas. La cruzada de la moral cristiana contra otras culturas asoció en su momento la subordinación sexual de la mujer con las representaciones racistas de los «otros». Es en este contexto donde surgen las aproximaciones
IAN PARKER
terapéuticas alternativas que, en lugar de mirar al individuo y a la familia, ubican el origen del «problema» en el tejido cultural, social y del activismo político».