Usted debe poner límites, si por prédicas del “deber ser” se entiende poner límites, todo ok. Poner límites es una actividad principalmente negativa, significa delimitar algo, significa si querés ser parte de esta familia hay un conjuntos de “no” que no se pueden violar. Significa marcar la cancha, el juego de la convivencia cotidiana se da dentro de estos espacios, fuera NO. Si es así, todo ok. Ahora si por prédicas del “deber ser” y del “deber hacer” se entiende que usted pinta un modelo de “deber ser” y “deber hacer” de un modo directivo y positivo, now again, Huoston we have a problem!!! Les está poniendo un saco en el que seguramente se sienten incómodos simplemente porque no lo han elegido y no les pertenece. Es condenarlos a seguir un icono ajeno, y lo sano sería que se rebelasen, y si no se rebelan porque usted y su esposo son figuras demasiado fuertes, oh, oh, more problems. Es peor todavía, mucho peor, puede ser, aparentemente, que todo vaya bien porque son “obedientes”, pero no están formando identidad y eso es lo peor que le puede pasar a alguien. Es como esos arbolitos que se quedan pachuchos porque los han plantado demasiado cerca de un árbol enorme, viejo y añoso. Por ahora serán funcionales con su obediencia, pero de mayor es un desastre.
