LA NUEVA PSICOLOGÍA ALTERNATIVA (‘ALT PSY) CAMBIA
DE CHAQUETA FÁCILMENTE Y SE PASA AL BANDO CONTRARIO: LA DEPENDENCIA Y LA MENTALIDAD VI CTIM I STA
Las acciones de determinados grupos de izquierda en los que impera una organización estricta y que se han pasado al ámbito de la psicología son esclarecedoras. Las reacciones de otros sectores de la izquierda a este tipo de acciones revelan el poder de los términos psicológicos y cómo se pueden emplear para patologizar intervenciones políticas concretas. A su vez, los testimonios de las personas que en su momento participaron en estos grupos revelan la importancia de la dimensión «psicológica» del trabajo. A este respecto, resulta igualmente esclarecedor apuntar que los disidentes acostumbran a emplear expresiones de corte psicologista, tales como les «lavaron el cerebro», para justificar el error que cometieron al dejarse llevar por acciones con las que ahora están en desacuerdo».
De lo anterior se deriva que recurrir a la psicología como una herramienta política para intentar confrontar al capitalismo
IAN PARKER
probablemente salpique a los que optan por esta vía. Por ejemplo, un «sentimiento» o «muestra» de independencia en un momento cualquiera tiende a convertirse poco después en desesperanza y en un sentimiento de víctima de las fuerzas del mal». Reclamar la condición de «víctima» para luego permanecer atrapado en esa nueva «identidad» es cada vez más habitual en la cultura psicológica contemporánea. Un juego que la izquierda no debería secundar.