DISTINTAS FORMAS DE ORGANIZACIÓN DAN LUGAR A DISTINTAS FORMAS DE SUBJETIVIDAD
La principal aportación de la «segunda ola» de feminismo a las políticas socialistas consistió en resaltar que lo «personal» es necesariamente parte de la lucha política. No obstante, ahora tenemos que ser especialmente críticos con el papel de la psicología en la sociedad y en la izquierda. De lo contrario, lo que podamos haber aprendido del feminismo será tergiversado, transformado en la idea de que la única política en la que merece la pena es la «personal» y que el resto de políticas son perjudiciales para las mujeres. Y, por ende, si el aspecto personal de la lucha no es considerado detenidamente seguirá influyendo en la formación de las organizaciones políticas de izquierday en las concepciones de «liderazgo» que adopten los militantes.
Las organizaciones dirigidas por hombres, que se ocupan de mantener a las mujeres en su sitio, serán más proclives a fomentar entre sus miembros determinados tipos de subjetividad. Por ejemplo, los individuos controladores que tratan de defender su posición en la jerarquía dispondrán de poco tiempo para atender a los «sentimientos», los cuales pasarán a ser considerados como un asunto exclusivamente de las mujeres. No obstante, reconocer que las formas de subjetividad están sujetas a las formas de la organización no supone de manera alguna entender la «psicología» de las personas que integran estas organizaciones. Una explicación «psicológica» de las mismas supondría ignorar que los sentimientos y su intensidad surgen en contextos y condiciones específicas61.