TRABAJAMOS EN LAS LÍNEAS DE FUGA DE LAS ACTUALES RELACIONES DE PODER PARAABRIR NUEVOS ESPACIOS
Las ondas expansivas de las revoluciones alteraron la percepción del mundo de los psicólogos y sus enseñanzas aún hoy emanan desde sus lugares de origen. A modo de ejemplo, sirva mencionar que el «trabajo de la memoria» de Haug ha sido retomado y desarrollado por psicólogas feministas en lugares bien distintos como los estudios críticos de psicología de la educación en Australia52; los estudios de Foucault sobre el poder se han utilizado en el análisis de nuevas psicologías de paz en Sudáfrica53; las luchas precarias inspiradas en parte en los análisis de Haraway han sido enarboladas por «psicologías» feministas a escala internacional54, y la investigación-acción participativa es empleada a escala global para educar a los educadores55.
En suma, las revoluciones tambalean los cimientos de la psicología e introducen en la agenda política nuevos conceptos como
LA PSICOLOGÍA COMO IDEOLOGÍA
acción, poder, «naturaleza secundaria» y conciencia colectiva. En lugar de reproducir los hallazgos realizados durante los tiempos revolucionarios, hallazgos específicos a sus contextos, la cuestión ahora es saber cómo articularlos, cómo aprender de ellos de manera que emprendamos acciones revolucionarias en el momento actual a favor y en contra de la psicología.