MARTÍN -BABÓ VINCULÓ UNA INTERPRETACIÓN DEL MUNDO CON EL CAMBIO PARA COMBATIR LAS MENTIRAS
Ignacio Martín- Baró, por citar uno de los ejemplos más significativos, era un trabajador-sacerdote procedente del País Vasco, asentado en El Salvador y que, a pesar de su formación en la disciplina, entendía la «psicología» como un conocimiento impuesto en el proceso de colonización. Abordar la «conducta» como aquello que puede ser «condicionado», recompensado con un «refuerzo positivo», como el conductismo estadounidense proponía, suponía ignorar la capacidad del ser humano en tanto actor reflexivo, y con ella la idea de que nuestro conocimiento del mundo condiciona lo que podemos llegar a hacer en él.
Para Martín-Baró el proceso de cambio pasaba por comprender la mentalidad de los colonizados. Los problemas psicológicos no podían abordarse mediante un enfoque «objetivo», sino más bien por medio de un compromiso «subjetivo» de «desideologización» capaz de devolver a la gente el conocimiento que les había sido arrebatado. Esta perspectiva
LA PSICOLOGÍA COMO IDEOLOGÍA
empezó a ser cada vez más influyente en la década de 198o en América Latina, desde México a Centroamérica y hasta el sur del continente.