LA IMPORTANCIA DE COMPRENDER EL PESO DEL PASADO Y LO QUE HA SIDO POSIBLE
El modo en que estas nuevas perspectivas en la psicología fueron clausuradas es tan importante como saber su origen. El cerramiento en torno a una imagen estática y restringida del individuo permite que estos enfoques tan distintos sean compatibles, de nuevo, con la psicología dominante.
A este respecto, es necesario señalar que la traducción del trabajo de Vygotsky al inglés ha permitido que algunos psicólogos radicales occidentales conozcan el semblante posible de una psicología revolucionaria, aunque haya sido reabsorbido por la psicología
IAN PARKER
del desarrollo dominante, o psicología evolutiva, como si fuera una teoría más sobre el tránsito a la edad adulta. Los trabajos de Séve, Holzkamp y Foucault han corrido una suerte parecida. Aunque siguen utilizándose como referentes para la resistencia en la psicología occidental, también han sido despolitizados, y no hay razón alguna que le impida a la psicología adoptarlos y emplearlos para sus propios fines. Por su parte, las perspectivas feministas continúan molestando a los psicólogos en el sentido de que introducen la política y la subjetividad en la agenda, si bien ya hay itinerarios profesionales prácticos en la «psicología de las mujeres» y en la «psicología lésbica y gay» en EE UU, cuyas tendencias radicales se han transformado en especialidades académicas. Incluso el trabajo de Martín- Baró, que enseña la manera en la que una comprensión genuina de la naturaleza de la opresión puede desarrollarse únicamente a través del proceso de revolución, puede ser formalizado e incorporado en la «psicología comunitaria» conservadora. Vemos, pues, que no hay garantía alguna de que las ideas en un tiempo revolucionarias sean siempre radicales, pero hay posibilidades y éstas dependen de que mantengamos vivas las historias cuyo objetivo es la emancipación.