DESDE EL ‘CENTRO’ A LOS ‘MÁRGENES’
La psicología de la liberación es muy distinta ala psicología desarrollada en los «centros» superdesarrollados del mundo y muestra además cómo la «psicología» de estos centros lleva en sus formas la impronta de su origen. Por ejemplo, nos ayuda a comprender que la apuesta de la psicología occidental como centro rector —un lugar integrador de las funciones mentales que se halla en el interior de cada persona—, refleja la antigua suposición colonial sobre la necesidad de «centros» para el buen funcionamiento de los sistemas económicos y políticos. Por tanto, esta suposición refuerza el individualismo de la psicología occidental y las formas de psicologización que ha utilizado al hacer que cada uno sienta como si tuviera una pequeña «psicología» en su interior.
Las nuevas formas de globalización y el neoliberalismo han transformado estas suposiciones acerca de los centros y los márgenes; aun
LA PSICOLOGÍA COMO IDEOLOGÍA
así, precisamos comprender cómo las nuevas formas «distribuidas» de control perpetúan todavía los sistemas económicos de producción y consumo que impiden al trabajador y el consumidor saber individualmente el paradero de lo que es el fruto de su trabajo. La psicología de la liberación es, en efecto, el «suspiro de una criatura oprimida» que obliga a los psicólogos en Occidente a examinar la naturaleza de la opresión a partir de su vínculo con el control colonial y el racismo neocolonial.