LOS PROCESOS PSICOLÓGICOS SE BASAN EN LA BIOLOGÍA
Una vez que la «psicología» se constituye como un ámbito de estudio separado, un extraño puzle irresoluble lleva a los psicólogos a indagar e intentar hallar dónde está su «ello», es decir, la psicología
IAN PARKER
que miden y sobre la que especulan. Para ello, puede tomarse un atajo a la desesperada y recurrir al estudio de «las bases biológicas de la conducta». Otra pirueta característica de esta extraña danza consiste en juntar de cualquier manera nuestros conocimientos en biología con algunos datos sobre las «influencias sociales», e imaginar que nuestra psicología aparecerá en algún lugar entre medias. Los modelos «bío -psico – sociales» operan así’.
Es cierto que nuestro pensamiento y nuestras acciones están tan encarnados en —y son tan dependientes de— la historia de la evolución humana como la respiración y la digestión. No menos cierto es que esta naturaleza biológica se transforma cuando nos esforzamos en comprendernos a nosotros mismos y a los demás; las relaciones sociales e históricas a través de las cuales emprendemos ese esfuerzo denodado dan lugar a una «naturaleza secundaria». Esta «naturaleza secundaria» comprende necesidades, demandas y deseos genuinamente humanos que pasan a serlo en el momento en que se los expresamos a otros o a nosotros mismos, y sólo es posible gracias a la evolución biológica de la especie humana, la cual está muy influida por lo que nos dicen y hacen los psicólogos2.