LA PSICOLOGÍA SIEMPRE LLEGA POR DEFECTO A UNA IMAGEN DE INDIVIDUO ‘NORMAL’
Desde el momento que rivaliza con otras áreas de la disciplina, la parte social queda atada de pies y manos por los supuestos que la propia disciplina establece sobre la conducta «social». Como sucede con otros campos de la psicología, los aspectos de la actividad social son seccionados y separados del flujo de la vida, para facilitar, de este modo, su análisis. No obstante, la psicología social y la psicología política terminan adoptando una panorámica aún más extraña.
LA PSICOLOGÍA COMO IDEOLOGÍA
Al tratar al grupo y la acción colectiva como si fueran sospechosos, los investigadores nos conducen hacia suposiciones acerca de la naturaleza universal que subyace a la persona feliz y saludable que subscribirían muchos de sus colegas de otras áreas psicológicas. El individuo normal, asumen, toma decisiones y no se deja influir excesivamente por los demás. En la medida en que las otras personas son consideradas como una fuente de «influencia», estos investigadores sociales se encuentran en mitad de un escurridiza pendiente, temerosos de perder el equilibrio o del compromiso político, cualquiera que éste sea.