LA PSICOLOGÍA JUEGA UN PAPEL DECISIVO EN LA PRODUCCIÓN PARA LA EXTRACCIÓN DE PLUSVALÍA
La disciplina de la psicología respalda una característica crucial del trabajo en la sociedad capitalista, la cual permite agrandar la separación entre el trabajo manual y el intelectual. Esta división artificial ya es
IAN PARKER
de por sí alienante en el sentido de que separa lo que hacemos de lo que sabemos. La psicologización entonces refuerza esta alienación al centrarse en nuestros conocimientos y formas de pensar, abstrayéndolos de nuestra actividad encarnada’.
El trabajo manual es una implicación creativa encarnada con lo material que conecta nuestro entendimiento con el cambio Los psicólogos tienden a estudiar esta dimensión del trabajo con gran atención y prudencia como si se tratase de un compendio de actividades físicas cuantificables. La tradición conductista en psicología, en especial la denominada versión estadounidense behaviorista «radical», intenta desterrar el componente mental para prescindir así de lo psicológico. A ello obedece que en la actualidad algunos seguidores de Skinner rechacen la etiqueta de «psicólogo»2‘3.
Los psicólogos se encuentran más a gusto analizando el trabajo intelectual en tanto que parece ser el verdadero objeto de estudio de la psicología, y al que consideran como si fuera el trabajo de la mente. La tradición cognitiva hace hincapié en esta actividad «mental» frente a la estudiada por los conductistas, reducida a meros movimientos físicos. Por tanto, la escisión entre las dos principales escuelas en la psicología occidental del siglo XX se cimenta sobre la separación de la «conducta» de la «cognición», del trabajo manual del intelectual4. Los psicólogos de organizaciones, los que trabajan en los departamentos de Recursos Humanos de grandes compañías, con diferencia encuentran este tipo de actividad más interesante que lidiar con las bajas de los empleados a causa de accidentes laborales. Así, los psicólogos fomentan la separación entre el trabajo manual y el intelectual, e influyen sobre el modo en que los patronos y empleadores obtienen la plusvalía, en forma de beneficio, de la fuerza de trabajos.