LOS ANÁLISIS DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN
SIRVEN PARA MANTENER A LOS INDIVIDUOS EN SU SITIO
El movimiento político a favor de la desinstitucionalización supone una alternativa a las pretensiones psicológicas de tratar los trastornos como rasgos esenciales de la persona diagnosticada. El movimiento a favor del cierre de los manicomios en Trieste, en el norte de Italia, a finales de la década de los setenta, demostró que la psiquiatría y la psicología segregan a los «doctores» sabios de los «pacientes» estúpidos, además de dividir y enfrentar a los distintos trabajadores. El movimiento italiano de la «psiquiatría democrática» tuvo gran repercusión a escala mundial y sigue estando presente en las luchas contra la institucionalización12.
Franco Basaglia, el psiquiatra que inició la clausura del hospital de San Giovanni en Trieste como parte del movimiento popular de la «psiquiatría democrática», afirmaba que la «desinstitucionalización» debería atender a lo que acaece en el hospital y más allá de sus muros. Como señalaba Basaglia: «Cuando los enfermos mentales
IAN PARKER
dejen de estar segregados —conceptual y espacialmente— estaremos obligados a reconocer sus particularidades y a reconocer las nuestras». Una afirmación que permite considerar que «la normalidad» sea un «trastorno», al igual que la locura»13. El hospital en tanto «institución» también está presente en el nivel comunitario, mientras las personas sean tratadas como «pacientes» que deben tomar la medicación prescrita».