LAS EXPLICACIONES DEFINEN LO QUE ES NORMAL PARA LAS PERSONAS A LAS QUE LES TRASTORNA `OÍR’
El estudio del fenómeno de la «audición de voces» ha sido realizado por psiquiatras, psicólogos y últimamente por investigadores procedentes de múltiples profesiones. Mientras que los psiquiatras continúan considerando el fenómeno como un síntoma de esquizofrenia, los psicólogos se han centrado en un síntoma discreto, susceptible de ser tratado con técnicas «cognitivo»-conductuales19. Algunas de las personas que oyen voces y que viven con desagrado la experiencia recurren a estas técnicas que les ayudan, por ejemplo, a fijar un momento del día para dialogar con las voces. Otras optan por tomar la medicación prescrita por su psiquiatra y debatir en los grupos de autoayuda sobre los efectos de la medicación y sus «efectos secundarios».
No obstante, el movimiento de audición de voces ha demostrado, a su vez, que no existe una única manera de definir un problema y que, incluso, lo que algunas personas consideran problemático, puede no serlo para otras. En algunos encuentros de la red se ha llegado a señalar que el proceso de diagnóstico se puede entender como un momento en el que los profesionales de la medicina oyen las «voces» de la ciencia. También se ha planteado que los estudios de la psicología del desarrollo (o psicología evolutiva) en la tradición vygotskiana —en la cual existe un análisis del modo en que el pensamiento individual interiorizado surge a partir de una interacción lingüística colectiva— demuestran que todas las personas oímos «voces» como condición imprescindible del pensamiento20.