LA PSICOLOGÍA REIVINDICA CONOCIMIENTOS A FAVOR YEN CONTRA DE LA PSICOTERAPIA Y EL ASESORAMIENTO PSICOLÓGICO
La psicología cree que su aparente enfoque científico la sitúa en una posición aventajada respecto a otros enfoques terapéuticos que no están avalados por el tipo de investigación que la psicología aprueba. Esto le ha llevado a proponer una versión de la «psicología del asesoramiento», en teoría más científica. Aunque en la práctica un «psicólogo del asesoramiento» desempeña el mismo trabajo que cualquier asesor que trabaje con un marco teórico similar, el aura científica que envuelve al tratamiento es motivo de satisfacción para los profesionales que se consideran «psicólogos». Por ello, cuando estos asesores reivindican conocimientos acerca del yo, se les otorga un falso sentimiento de seguridad frente a otras profesiones rivales5°.
Aquí el juego del estatus aparece al natural y las luchas institucionales por el prestigio se libran en torno a las denominaciones distintivas que reclaman los diferentes grupos profesionales. Los psicólogos pujan con fuerza para que sea reconocido su papel indispensable en la jerarquía en una posición intermedia entre los asesores, que tienden a estar por debajo en el escalafón, y los psicoterapeutas. Se recurre a la palabra mágica «evidencia» para apoyar el desarrollo de cursos de «psicología del asesoramiento» y establecer un registro independiente de los psicólogos que ejercen de psicoterapeutas. Aun así, la disciplina sabe que el reconocimiento estatal será decisivo51. En lo que concierne a la psicología, el triunfo vendrá de la mano de una nueva ley de regulación de las profesiones psi, que prohíba ejercer la profesión sin el correspondiente certificado oficial. De manera similar al anillo de Gollum, el término «psicología», arrebatado del acervo popular y ahora celosamente custodiado por la disciplina, concede un poder terrible y siniestro a las personas que se apoderan de él52.