Estimada, el problema si mal no recuerdo sigue siendo el mismo, creo ya habérselo dicho, usted se constituye en el eje todopoderoso (para los demás) de su familia y todos los demás se olvidan de sus necesidades, y si se olvidan de las necesidades de alguien del grupo familiar entonces hay patología…
Frente a lo cual si en serio quiere cambiar algo y esta comunicación conmigo no es un simple desahogo, legítimo, ¿por qué no desahogarse?, es lo que hacen las amigas cuando se juntan, no quieren que nadie les solucione el problema sino simplemente que las escuchen…
Como le decía, si quiere cambiar algo y no es simple desahogo le propongo tres soluciones, puede actuar las tres al mismo tiempo o combinarlas como desee, cada una de ellas
- Necesita ser más amiga de su hija. Está claro que con lo estructurada que es usted su posición en cuanto madre no está en riesgo, usted nunca va a ser una amigota de su hija, pero sí su hija necesita de su complicidad maternal. ¿Cómo? Interésese por lo que a ella le gusta, si fuera un varón le diría juegue a la play station con él, pero no lo es, usted sabrá en concreto en que cosas que le gustan a su hija invierte su tiempo. Invierta también su tiempo en esas cosas que le gustan a su hija. Pídale a su hija que le enseñe como funciona eso del Facebook, o algo en lo que ella pierde el tiempo, seguramente eso le gusta. Si usted no la encuentra donde ella se encuentra entonces nunca podrá caminar junto a ella.
- Es claro que su hija, con su modo de ser, está llamando la atención, las peleas no son por los contenidos (que usted acepte dar un permiso o lo que fuere), sino por la relación. Ella algo quiere de usted que usted no se lo da, a nivel de la relación. Intuyo que usted no muestra su falibilidad y debilidad, creo que usted no se la muestra ni a sí misma, entonces tratar con un ser autosuficiente, siempre atento a los demás, siempre dador y nunca necesitado de la ayuda de los otros…. es desesperante. Puede ser ese el mensaje. Puede ser que su hija le esté diciendo: Dejate de joder vieja, tenés tantas necesidades y debilidades como yo, nada más que te entrenaron y te entrenaste para no mostrarlas, para ocultártelas y ocultárnoslas. Dejate de joder vieja y abrime tu corazón (lea mi último post donde dice “la relación con los adultos”, y algo de esto va a encontrar).
- La familia es un sistema, me acuerdo de una fábula de Castellani que comparaba la sociedad humana con un cañaveral, donde había una caña que absorbía todos los nutrientes y empezó a quedarse sola, en la sociedad en vez de nutrientes hay roles y virtudes, si alguno ejerce demasiado (demasiado se entiende cuando el ejercicio de la virtud va más allá de lo personal y adecuado, supliendo con nuestra virtud deberes ajenos) un rol o una virtud los otros decrecen, dan por descontado que es el otro el que tiene que aportar en ese plano. Por ejemplo si hay alguien muy responsable que asume todas las responsabilidades de al familia, los demás tienden a apoyarse en él y tienden a ser menos responsables. Usted es la persona con la que todos pueden contar, pero usted no puede contar con nadie… Eso está mal… muy mal… para usted y para ellos. Ellos se acostumbran a crecer y vivir en la desconsideración respecto de alguien y usted, en tanto, vive en soledad. ¿Qué hacer? Cosas que los desorienten, cosas que los hagan preocuparse por usted… Por ejemplo: Olvídese de ir a buscar a uno de sus hijos, habiéndole dicho que así lo haría y cuando le pregunten ¿qué pasó? En vez de justificarse diga que se siente confundida, que no sabe que le pasa, muéstrese débil y frágil… de ese modo les está haciendo un bien enorme, les está creando el espacio para que se preocupen por usted y para que se hagan responsable de usted… y sean de nuevo una familia… donde todos son responsables por todo. Puede usar otras estrategias, conteste incoherentemente, quédese dormida en el sofá en el momento más álgido de la actividad de su casa… haga cualquier cosa que sea incoherente con la imagen que ellos tienen de usted…. desestructure la rigidez del sistema de su familia.
Mi nombre es Eduardo Montoro, soy del 68, estoy casado con Graciela y tengo un hijo, Juan Manuel.
Tengo un largo recorrido académico, definido por un amigo como el viaje de Frodo, no porque sea como Frodo, sino por las peripecias que tuve que pasar, algunas en Italia otras en Argentina. En ese viaje obtuve varios reconocimientos académicos:
• Licenciado en Psicologia, Universidad Católica de Cuyo.
• Master en Psicología de Counselling, Università Europea di Roma
• Profesor de Psicología, Universidad de Mendoza
• Licenciado en Filosofía Sistemática con orientación Lexicográfica, Pontificia Università Gregoriana
• Licenciado en Filosofía del Derecho, Universidad Católica de Cuyo
• Y cuatro años de Teología, no acreditados oficialmente en ninguna universidad, pero que equivalen a una licencia.
Actualmente resido en San Juan, Argentina y mi hobby es salir a andar en moto en duro por los cerros sanjuaninos.
Pero lo que más me apasiona es ver crecer a las personas, superarse, en las más difíciles e inimaginables circunstancias.
Me gusta la idea de la patada a la mesa.
De una aprendo a soltar el mando. O nos morimos o todos aprenden a nadar.
(comentario de una madretodopoderosadesbordadaporsussuperpoderes)
he hecho una lectura veloz, puede ser q haya perdido algo, pero creo q vale el ejemplo para cdo ya los chicos comienzan a independizarse… còmo se podrìa hacer en el caso de una «todopoderosa» madre de infantes?
Es así, hay cambios en los que son necesarios un cambio total del paradigma (la patada en la mesa), si no es más de lo mismo… es como dos que hacen fuerza para equilibrar un bote, uno tira y se inclina para un lado y el otro para el otro, más fuerza hace uno y más fuerza hace el otro… ¿que cambia? nada… los dos se agobian haciendo fuerza para nada…
Ruth, con los infantes es lo mismo que con los adolescentes. Mi sobrinita de 3 años en mi casa se comporta maravillosamente, juega solita, no da trabajo, no hace berrinches… etc. Llega a la casa de la abuela y parece un tornado… la abuela siempre encima viendo qué quiere, qué necesita, qué podría pasarle… y qué termina fabricando… un insoportable monstruo de tres años… En mi casa llega y le doy la bola mínima y necesaria, por supuesto si es el caso estoy con ella y juego… pero no estoy sobre ella… si tengo que hacer algo la dejo que se las arregle sola, que juegue sola, en fin… que perciba que no es el centro del mundo….
Es como que los chiquitos se esfuerzan en cumplir las expectativas. Si la expectativa de la madre es que los niños necesitan de ella, pues la van a complacer. Si la de la abuela es que los niños rompen todo y son unos tornados, también será complacida. Si el padre necesita sentir que se esfuerza para que los niños coman, pues «le tocaran» niños mala boca.
¿Como es posible que sabiendo esto, igual sea la insoportable madre asfixiante?.
Por eso me gustó el post. Rompiendo esquemas de comportamiento, a lo mejor llego a algún descubrimiento-raiz.
Sí tal cual, leete el post sobre Pigmalión, ahí están los fundamentos
https://psiqueyeros.wordpress.com/2010/04/20/pigmalion-y-las-profecias-de-autocumplimiento/
En cuanto a tu pregunta sobre la madre asfixiante la respuesta es que cubre una necesidad personal, la madre asfixiante no fue bien cuidada (de modo equilibrado, ni asfixiada, ni abandonada) cuando niña, entonces o repite el patrón, o actúa contracompensando su propia experiencia…
ah! ok… el superpoder lo entendìa en relacion a la condivision de actividades hogarenas para lograr un equilibrio familiar que pasa solo por la manos de la mujer, la total responsabilidad de la mujer en conectar y manejar todos los hilos de una puesta en escena de tìteres, para ilustrarlo mejor…y por la respuesta que me das, entiendo que es mas bien para lograr un equilibrio en los comportamientos y caracteres de las personas para lograr, digamos, una sinergia espiritual en el ambiente…
Sí, exáctamente, retirarse para hacer espacio para que el otro pueda crecer…