Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo… y por los mismos motivos.
Sin comentarios…
Mi nombre es Eduardo Montoro, soy del 68, estoy casado con Graciela y tengo un hijo, Juan Manuel.
Tengo un largo recorrido académico, definido por un amigo como el viaje de Frodo, no porque sea como Frodo, sino por las peripecias que tuve que pasar, algunas en Italia otras en Argentina. En ese viaje obtuve varios reconocimientos académicos:
• Licenciado en Psicologia, Universidad Católica de Cuyo.
• Master en Psicología de Counselling, Università Europea di Roma
• Profesor de Psicología, Universidad de Mendoza
• Licenciado en Filosofía Sistemática con orientación Lexicográfica, Pontificia Università Gregoriana
• Licenciado en Filosofía del Derecho, Universidad Católica de Cuyo
• Y cuatro años de Teología, no acreditados oficialmente en ninguna universidad, pero que equivalen a una licencia.
Actualmente resido en San Juan, Argentina y mi hobby es salir a andar en moto en duro por los cerros sanjuaninos.
Pero lo que más me apasiona es ver crecer a las personas, superarse, en las más difíciles e inimaginables circunstancias.
Tremendo! Aquí tienes un comentario parecido muy genial.
http://www.youtube.com/watch?v=QNkp8pOO2E8
es como aquello de que el poder corrompe y el poder absoluto corrope absolutamente.
Creo que en los llamados paises desarrollados la politíca es mucho más impersonalista que acá.
Seguro, Gabriel, siempre insisto en la inmadurez personalista de nuestro pueblo que necesita «Big brothers», no funcionarios…..
Bueno, nuestra historia ha vivido y abrevado en los mesianismos políticos, con un cero interés en los proyectos o en la tal bastardeada noción de «vigencia de la instituciones»