LOS ESTUDIOS FEMINISTAS DE PRIMATOLOGÍA PLANTEAN QUE LA ‘NATURALEZA’ ES CONSTRUIDA SOCIALMENTE
Una lectura pormenorizada de la «investigación con primates» indicaba que nuestras ideas en materia psicológica acerca de la naturaleza» parecen derivarse del estudio del comportamiento de los primates, aunque esos estudios en realidad interpretan su comportamiento desde presunciones ideológicas culturalmente específicas34. En los estudios de Harry Harlow, por ejemplo, el control reproductivo de los machos está estructurado a través de las descripciones del comportamiento «primitivo» que estos mismos estudios realizan y desde su propio diseño. En estas situaciones experimentales, las hembras aisladas eran incapaces de concebir debido a las condiciones peculiares a las que habían sido previamente sometidas, por lo que recurrían a la inseminación artificial asistida, una técnica que Harlow y sus colegas denominaron el «potro de violación».
Los estudios del apego en las crías de monos, separadas de sus madres biológicas y luego obligadas a relacionarse con madres sustitutas artificiales de felpa y alambre, son parte destacada en el trabajo de Donna Haraway35, quien mostró cómo las fantasías masculinas de control de la «naturaleza» de las mujeres eran reproducidas en los «estudios de monos apartados de sus madres» para que pareciese como si Harlow hubiese descubierto esta «naturaleza», cuando, en realidad, la estaba construyendo.
LA PSICOLOGÍA COMO IDEOLOGÍA
Ésta es la «naturaleza secundaria» que opera ideológicamente para oprimir a las mujeres a las que hace parecer más «primitivas» y próximas a la naturaleza que los hombres36. El análisis de Haraway desde la primatología señalaba la importancia de distinguir entre los procesos biológicos subyacentes, los procesos naturales, una «naturaleza primigenia» que se resiste a ser representada fielmente y cuya descripción precisa de un lenguaje cargado de preconcepciones culturales e ideológicas o «naturaleza secundaria». La investigación psicológica pretende a menudo definir la naturaleza al natural cuando en realidad se limita a reciclar imágenes de la «naturaleza secundaria» que pueden percibirse como si fueran permanentes y muy arraigadas, aunque abiertas al cambio y cuestionamiento en tiempos de revolución.