EN LOS AÑOS SETENTA SURGE UN RENOVADO INTERÉS EN ESTADOS UNIDOS POR LA NATURALEZA, A RAÍZ DEL FEMINISMO DE SEGUNDA OLA
La militancia comunista inicial de un sector de trabajadores en Estados Unidos que deseaban plantear una alternativa al capitalismo fue erradicada con mayor rapidez y facilidad que en Europa. La confluencia, por un lado, de un partido comunista local con una organización férrea y leal a la Unión Soviética y, por otro, la caza de brujas de McCarthy dirigida contra los involucrados en «acciones antiamericanas» después de la Segunda Guerra Mundial, puso las cosas muy complicadas a los marxistas. En semejante situación los psicólogos que se decían defensores de esta ideología tuvieron que extremar las precauciones y desistir de la puesta en marcha de una «psicología marxista», la cual hubiese estado fuera de lugar31.
Las manifestaciones de insatisfacción con el capitalismo adoptaron múltiples formas a través de una variedad de movimientos que articularon una crítica del statu quo centrada en la opresión racial y en la explotación sexual. Las protestas antirracistas encontraron su espacio en el quehacer académico y fueron parcialmente aceptadas por la psicología.
Mucho nos queda aún por aprender de estos planteamientos que, en la actualidad, son fuente de inspiración para la «teoría pos-colonial» y referente obligado para las personas que profesan un enfoque radical. No obstante, fueron las feministas socialistas de la «segunda ola»32 quienes, en la década de 197o, habían
IAN PARKER
abordado las conexiones entre la vida personal y la lucha política y cuyas aportaciones hicieron tambalearse a la psicología. Los análisis del sistema capitalista, entrelazado y reforzado por el «patriarcado» como sistema de opresión, en donde los hombres dominan a las mujeres y los hombres mayores a los más jóvenes, resultaron sumamente incómodos para los psicólogos varones. Ahora la crítica ha disminuido en intensidad y el capitalismo ha encontrado maneras de incorporar a las mujeres en puestos de dirección y de cubrir la dimensión más radical del feminismo de ideología «posfeminista»33.