LA PSICOLOGÍA CONSTRUYE LA FARMACOLOGÍA A SU IMAGEN Y SEMEJANZA
La medicina moderna se dedica al desarrollo de los nuevos fármacos producidos por las gigantescas compañías farmacéuticas, las cuales invierten millones de dólares en investigación y marketing para que los médicos las prescriban. Tal es la influencia del sector farmacéutico que ha llegado a determinar la investigación psiquiátrica. Asimismo, el interés por ciertos tipos de «problemas», y en lo que puede idearse para solucionarlos, también ha pasado a definir las supuestas funciones de la psicología normal y anormal. A este respecto, apreciamos cómo durante los últimos años las compañías farmacéuticas han logrado persuadir a los médicos de que cada vez son más los «trastornos» susceptibles de ser tratados con una medicación específica. Veamos algunos ejemplos: Pfizer promociona la Viagra como si tuviera efectos terapéuticos en todos los hombres, Lilly se centra en los cambios de ánimo como el «trastorno bipolar», para lo que ofrece un tratamiento, y GlaxoSmithKline tiene la licencia de un medicamento para el «síndrome de las piernas nerviosas»6.