¿Crees tener ansiedad
severa o ataques de pánico?
Hace más de 10 años que empecé a estudiar el tema por a causa de la cantidad enorme de personas que me consultaban por esos síntomas.
En primer lugar preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes en muchas situaciones diarias. Mucho, pero mucho sobrepensar (overthinking) que distorsiona todas las percepciones y sensaciones. Que es el causante de sentimientos compulsivos y repentinos de intensa ansiedad y miedo o terror, que en cuestión de minutos alcanzan terribles niveles desestructurantes de la persona, es lo que llamamos: ataques de pánico.
Conoce más sobre el Ataque de pánico
Quizás alguno de estos síntomas te identifique:
Sensación de nerviosismo, agitación o tensión.
Estas son sensaciones que nos ayudan en la vida real a responder frente a una amenaza. El miedo es una de las dos emociones que nos permite defendernos a través de la fuga. En el ansioso el nerviosismo, la agitación y la tensión crece a niveles imposibles de sostener. Estos niveles son desproporcionados a la amenaza. Es un miedo sin amenaza real.
Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe
Aumento del ritmo cardíaco, respiración acelerada (hiperventilación), sudoración, temblores
Sensación de debilidad o cansancio y problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual
Pensamientos intrusivos o compulsivos
Problemas de sueño
Estado permanente de Fuga
Y muchas características más que serían largas de enumerar, más serían propias de un libro en el que pudiese reunir las experiencias propias de estos diez años de estudios y colaboración con mis pacientes.
En base a la experiencia clínica terapéutica aplicada durante años en mis pacientes y recogiendo estrategias que ellos mismos aplicaban:
Desarrollé una terapia específica para la ansiedad y ataques de pánico basada en la afrontación brutal del problema, en dejar de huir y atacar el miedo.
¿Crees tener Ansiedad o Ataques de pánico?
Dejo a tu disposición un test para que resuelvas GRATIS..!
Los resultados te los enviare por mail.
El siguiente texto describe cómo es convivir con ansiedad y ataques de pánico. ¿Te sentiste alguna vez así?
Mientras caminaba por la concurrida calle, de repente sentí que me invadía una oleada de ansiedad. El corazón se me acelera y siento que la respiración se me hace cada vez más corta y superficial. Era como si el mundo que me rodeaba se hubiera convertido de repente en demasiado para mí.
Mi mente empezó a acelerarse y no podía concentrarme en nada de lo que me rodeaba. Mis pensamientos se volvieron confusos y fragmentados, y empecé a sentir que perdía el control. Intenté respirar hondo, pero sentía como si tuviera un peso en el pecho que me dificultaba la respiración.
Mis manos empezaron a temblar incontrolablemente y sentí que se me formaba un nudo en el estómago. La vista se me nubló y tuve que apoyarme en una pared cercana para no desplomarme.
La gente pasaba, pero yo no oía ni veía nada a mi alrededor. Estaba atrapada en mis propios pensamientos, que se descontrolaban. Sentía que el pánico se apoderaba de mí por completo.
Sentía que me asfixiaba, que estaba atrapada en mi propio cuerpo. Todo lo que quería era escapar, huir de la sensación abrumadora que me estaba consumiendo.
Al final, el ataque de pánico remitió y me sentí exhausta y agotada. Me costó mucho recomponerme y continuar con mi día, pero el recuerdo de aquella sensación de agobio me acompañó durante mucho tiempo.
La ansiedad te afecta y se disfraza de muchas maneras distintas. ¿Cuál te afecta a tí?:
Trastorno de ansiedad generalizada
La ansiedad y la preocupación son persistentes y son excesivas. Están presentes por actividades, eventos y asuntos comunes de rutina. La desproporción de la ansiedad y preocupación es el síntoma específico. También se vuelve muy difícil de controlar y afecta la forma en que te sientes físicamente. A menudo sucede junto con otros trastornos de ansiedad o con la depresión. En realidad ansiedad y depresión con como cóncavo y convexo. Una misma estructura, una misma curva, depende de donde la mires.
Ataques de pánico
Fobias
Agorafobia
Ansiedad por enfermedad
Fobia o ansiedad social
Ansiedad por adicciones
Sin importar cual sea tu ansiedad específica, la solución es siempre la misma:
AFRONTAR TU MIEDO DE FORMA DIRECTA, BRUTAL, SIN RODEOS, ¡¡¡DEJAR DE HUIR!!!!!
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TESTIMONIOS
En el siguiente link te dejo las historias contadas en primera persona por quienes atravesaron esta dolencia y gracias a Inaltum pudieron superarla.
seguridad y confianza
¿POR QUÉ HACER TERAPIA ONLINE?
Es posible obtener orientación psicológica desde la intimidad y comodidad del hogar.
El horario de la sesión y su duración se adapta a usted.
Se mantiene el grado de anonimato que se desee.
Se puede hacer terapia con alguien de otra ciudad, o de otro país, alguien que no te encontrarías en la calle.
Favorece la posibilidad terapéutica para personas que tienen algún tipo de discapacidad física y/o limitación grave de la autonomía (agorafobia, p. ej.)
Es posible la consulta y el asesoramiento via email, Whatsapp o cualquier medio instantáneo de mensajería.
Sesiones en directo a través de Skype o Whatsapp que permiten una interactuación personal.
Se evitan desplazamientos y molestas esperas.
Ya son +20 años ayudando a personas como tú..
Testimonio de Nuria García Murcia
Venciendo al Vacío
Tenía 12 años cuando vomité por primera vez,
Orgullosa de aquella decisión y convencida de que sería una técnica maravillosa para controlar mis ansias por comer sin ganar un gramo.
Bienvenida al mundo de la perfección con trampas….
Click para Leer testimonio completo (2 minutos de lectura)
Poco tiempo después comenzaría, humillantemente delatada y obligada por mis padres, mi periplo por las consultas de psicólogos y psiquiatras.
Entré en Sero y terapias cognitivo-conductuales, humanistas y Gestalt anduve danzando hasta que a los 27 años,
afincada en Madrid, una psiquiatra especializada en trastornos de la alimentación me pautó un tratamiento que no solo me quitó las ganas de vomitar, sino también las de hacer cualquier otra cosa más que no fuera dormir.
Aquí dato el primer gran paso para dejar de vomitar..
..pero la causa subyacente a todos mis problemas parecía intacta.
Ni el potente tratamiento ni la paciente psicóloga que indagaba en mis miedos pueriles desde una consulta de la capital española había conseguido erradicar el verdadero motivo de mis dolores más profundos.
Llegaron más años, nuevos trabajos, nuevas y devastadoras relaciones de pareja y otros divanes, algunos de lo más variopinto, pero nada cambiaba demasiado. Vale que algo importante para mi salud física había acabado, sin embargo me sentía igual de vacía, incompleta y decepcionada que cuando tenía 12 años.
A pesar de mi incapacidad mental para poner los asuntos más primarios de mi vida en orden siempre he sido muy curiosa con los temas de la vida e indagando encontré, sin entonces saberlo, la solución que siempre había añorado. Digo sin saberlo porque a los 34 años y después de más de 15 años en distintas consultas de psicología, esta servidora creía que ya no había enfoque que se me resistiera. Lo mío no tenía solución. Muy equivocada estaba.
En febrero de 2018, encontré en Internet un artículo de Pisque y Eros que llamó poderosamente mi atención.
Decidí escribirle a su creador, Eduardo Montoro, quien se presentaba de un modo innovador como psicólogo. Y llegó mi primera consulta con él, online, la primera en mi vida de esta tipología.
Creo que Eduardo no necesitó más de 20 minutos para calarme.
Lo que me dejaría caer en aquella primera sesión de valoración me caería como un jarro de agua helada pero qué importante fue aquella consulta en mi vida.
Aquella y todas y cada una de las que vinieron después, no solo consultas, además largas conversaciones por whatsapp, a cualquier hora en la que siempre tenía respuesta.
¿Era la primera persona que realmente deseaba ayudarme y confiaba en mí?
No, no lo era, y gracias a él pude saber que efectivamente había mucha gente dispuesta a ayudarme, sólo tenía que aprender a elegir desde un prisma más adecuado.
Pero lo más revelador, fue descubrir hechos tan sanadores como el amor con el que me crié, el amor que me brindó mi madre, mi familia, el dolor que alberga todo aquel que hace daño, que la soledad es sólo una actitud del que no aún ha aprendido a sentir la impronta de quienes te han dado amor y respeto, y de lo importante que es saber quién eres y cuidar a ese niño interior herido, reencontrarte con él, abrazarlo y comprenderlo.
Año y medio ha pasado desde aquella primera sesión con Eduardo y puedo afirmar sin equivocarme, que mi vida nunca más volverá a ser la misma.
En primer lugar, la relación con mi madre ha cambiado drásticamente, no hay rastro de aquella simbiosis
tóxica.
Para mi madre ahora soy lo que siente: una persona adulta e independiente.
Casi por arte de magia, no recuerdo momentos tristes de mi infancia, la miro con amor y así son los recuerdos que han despertado en mi mente.
He aprendido a perdonar mis errores y a no depender de cómo de graves son para los demás, sino para mí. He aprendido a coger estos errores, mirarlos de cara y quedarme con la lección.
También he aprendido a repetirlos por inercia y a volver al punto de partida donde hay paz y una vida repleta de placeres que están en uno mismo.
Queda mucho trabajo pero la principal batalla está ganada. Y cualquier duda, cualquier sospecha de afloramiento de temores pasados, cojo el móvil y le escribo a Eduardo quien en menos de 5 minutos ya me ha ayudado a solucionarlo.
No podría afirmar si ha sido la psicología o Eduardo quien ha cambiado mi vida, pero sí puedo asegurar, emocionada, que cualquier forma de pensar viciada se puede cambiar. Que todo en tu vida cambia, perderás amigos incluso, pero lo que ganas, esa paz, esa voz que dentro de ti te dice “Vamos, siempre hay esperanza” es la filosofía de vida más valiosa que el ser humano puede tener.
nuestros clientes
NOS RECOMIENDAN
Mariu Inglese
En comparación con otra terapia que realicé, lo recomiendo muchísimo ya que a parte de la objetividad aplica técnicas diferentes, con gran apertura y entendimiento de las emociones y pensamientos, con una sabiduría inigualable provocando un aprendizaje día a día a través de cada sesión.
Nuria García Murcia
Llevo años haciendo terapia y a pesar de que todas han aportado algo, con Eduardo he de admitir que mi vida ha cambiado radicalmente de forma favorable. Desde la primera sesión, nunca antes nadie me había dicho de forma tan clara cuál era mi “problema” y cuál la “solución”: encontrar esa narrativa interna y el amor que nunca había sido capaz de apreciar en los demás ni de experimentar. No ha sido fácil y todavía queda mucho por aprender, quizá toda la vida, pero tener una base sólida que te permita saber quién eres, es un regalo y un gran punto de partida que solo he conocido a través de este gran psicólogo. Altamente recomendable no solo para pacientes, incluso me atrevería a recomendarlo a psicólogos que deseen aprender una terapia efectiva y realista.
Max Jungay
Muy buena predisposición en la construcción individual e interactiva de soluciones “reales” a problemáticas puntuales; y desde diferente perspectivas que no incluyen meramente lo psicológico, sino también lo filosófico, antropológico, etc. Hasta el momento, una atención altamente recomendable.
Emilse Arrieta
Excelente profesional que aplica tecnicas en terapia que te lleva a entender por donde vas a encontrarte…y hacia donde queres ir! Gracias eduardo no solo por tus conocimientos que compartis sino tambien por el ambiente tan agradable que creas al llegar a tu consultorio.